El ministro de Economía, llamó a la prudencia fiscal y económica,  despertando a la realidad, de que el complicado  panorama externo obliga al gobierno, a restringir el gasto público y mejorar la calidad de su ejecución. Son medida que inevitablemente se deberán tener en cuenta, en la inminente Rendición de Cuentas, resistiendo a la tentación de seguir ampliando el gasto del Estado, como  se ha venido haciendo.

Donde se necesiten refuerzos presupuestales, los recursos deberan surgir de ahorro en áreas en las que se gasta con menos justificación. Lo contrario pondrá en peligro a una economía medianamente buena pero que de no tener conducta, se podria complicar y mucho.

Argentina se esfuma día a día como destino exportador bajo el peso del proteccionismo exacerbado que, en busca de zafar de sus críticos apremios financieros, hasta tranca acuerdos comprometidos con Uruguay, como el dragado del canal Martín García. Brasil, nuestro principal mercado externo, se muestra más amistoso pero a cada rato surgen trabas ocasionales al ingreso de productos uruguayos. Son difusas todavía las perspectivas de mejorar las alicaídas ventas a Estados Unidos, mientras el principal mercado mundial procura trabajosamente zafar de la crisis de 2008. El futuro de un mercado importante como Venezuela depende en gran parte de lo que ocurra con el enfermo presidente Hugo Chávez, cuyas decisiones personales nos han aportado hasta ahora algunas ventajas. Y otro nubarrón viene por el lado de China, donde un crecimiento enlentecido puede complicar las ventas a nuestro segundo cliente principal.

Todo esto amenaza limitar el volumen exportador y los precios de los productos uruguayos, en momentos en que al desalentador panorama externo se agrega el aumento del déficit fiscal, por impacto del gasto, incrementados costos energéticos y  la aplicada política monetaria para evitar mayor depreciación local del dólar. La acumulación de estos  factores preocupantes llevó al Ministro de Economía,  a advertirle al resto del gobierno que hay que frenar toda expansión del gasto en la rendición y reasignar recursos para atender las prioridades más apremiantes, como es fortalecer la seguridad pública.

La situación, debería hacer ver al Presidente , que en vez de concretar solicitadas ampliaciones de presupuesto a la educación pública y la salud, se le debe exigir a ambas áreas,  una optimización de los ya generosos recursos  asignados y lograr resultados que hoy por hoy, no se ven.

La administración Vázquez y la actual,  hasta ahora han gastado íntegramente la excelente recaudación que genero el período de bonanza iniciado en el año 2003, no previendo, ni creando un previsor colchón de ahorro para momentos difíciles, que ya comienzan a insinuarse. Comenzar a ser previsores,  es ahora, una prioridad. De no entenderlo, serán los responsables de los efectos a sufrir en el futuro.