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TRABAJADORES RURALES – Como lo anunciamos anteriormente, días atrás se llevó a cabo en Salto un plenario con la participación de representantes del PIT-CNT, Unatra, del Instituto Costa Duarte y la Udelar representada por la extensión universitaria dedicada al estudio del trabajo rural, con el fin de trazar estrategia para investigar sobre el trabajo rural.

 

 

 

 

 

 

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Previo a ello se hizo posible recabar información en cuanto a cual es la realidad que afronta el trabajador rural, en sus distintos rubros, tanto en lo que hace a las dificultades para su sindicalización como para plantear los reclamos ante situaciones en que son maltratados por algunas patronales. La situación se puede medir en el sentido que de la totalidad de los trabajadores rurales que hay en el país, bastante menos del 10% está en el sindicato, destacándose las dificultades que surgen para poder entablar el diálogo con los mismos y recoger sus reclamos, ante la oposición de patrones que lo impiden, incluso sometiéndolos a vivir en situaciones muy precarias, según los informantes. En el plenario mencionado al principio, se delinearon algunas estrategias con las que se procura avanzar en un tema tan delicado, en salvaguarda de los asalariados rurales.

Ricardo Cajigas, Secretario del Interior del PIT-CNT fue concreto al dar cuenta que “por resolución del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT a finales del año pasado dispuso que se apoyara fuertemente a los trabajadores rurales para que puedan organizarse sindicalmente sabiendo que es un sector donde es muy difícil hacerse por varias situaciones”.

Fue cuando especificó que ello ocurre “porque a diferencia de las fábricas no están concentrados todos en un mismo lugar. En segundo lugar porque la conciencia sobre las necesidades y las ventajas de estar sindicalizados en el interior a veces es un poco distinta a la de los trabajadores en Montevideo, fundamentalmente el que vive en el campo y no en la ciudad. Y en tercer lugar, porque tenemos en el sector rural unas patronales que son muy duras y ejemplo de eso tenemos lo que parecían casos aislados, pero cuando se repiten 3 ó 4 veces en el mismo departamento en el término de dos o tres meses, como en Salto, ya nos preocupa porque en definitiva no son tan aislados”.

“Y no estamos diciendo con esto que todo patrón rural es un golpeador del trabajador, pero que es para preocuparse cuando estas cosas suceden”, subrayó.

El entrevistado agregó que “en ese marco nosotros hemos tratado de trabajar con los compañeros de la Unatra y lo primero que nosotros vimos es que no se puede hablar del campo, ni se puede hablar del sector, ni del tambo, porque dentro del campo o del sector hay muchas desigualdades. No se trata de la misma situación, no necesita de los mismos apoyos aquel colono que tiene 500 hectáreas que el que tiene 100 hectáreas”.

Cajigas apuntó entonces que “el colono que tiene 500 hectáreas con 10 ó 15 trabajadores a su cargo, incluso con algunos en negro o aquel colono que tiene 50 hectáreas y apenas puede explotarlas con su familia y apenas puede explotarlas, no es lo mismo”.

Que no se trate a todos por igual

mi unatra2“Nosotros no estamos de acuerdo con algunas de los puntos que reclaman los autoconvocados, como por ejemplo que se trate a todos por igual, porque creemos que cuando hay un subsidio o hay una excepción para cobrar un determinado impuesto, esa excepción en realidad la pagamos entre todos los uruguayos, los que están en el campo y los que están fuera del campo. Y no estamos de acuerdo con que se de la misma ventaja a un productor que tiene 500 hectáreas, que tiene varias estancias, que algún pequeño productor que está pasando por una sequía”.

Entonces consideró que “de pronto ese pequeño productor no pudo hacer a tiempo la aguada cuando el Ministerio de Economía le ofreció el préstamo para hacerla”, para aseverar que “no nos pueden decir lo mismo los productores que tienen 500 hectáreas, ni los grandes ganaderos, o los que arriendan mil o más hectáreas de tierra para la producción de ganado”.

“Esos tenían además del préstamo, el dinero y los fondos suficientes para hacer la aguada y por lo tanto no tenemos todos nosotros que financiar ahora por su falta de previsión, porque el empresario debe ser responsable”.

RESPETO AL TRABAJO

Otro tema abordado con el Secretario del Interior del PIT-CNT fue lo relacionado con el control del cumplimiento de las 8 horas de trabajo que en muchos casos no se cumple.

La respuesta surgió entonces dando cuenta que “los trabajadores rurales tenemos una gran diversificación en el campo con organizaciones, que es donde más llegamos y donde más podemos comprobar los hechos en los distintos rubros, como el campo, el tambo y hasta plantaciones de marihuana”, acotó luego el Secretario de Organización Germán González, considerando que “en el campo se trabaja de diferentes formas”

Agregó que así “se trabaja en invernáculos en los que se superan los 47º y 48º a trabajos a campo pelado, a hacer de vaquero para arrimar las vacas para que lleguen a la aguada”.

“En donde tenemos organizaciones sindicales –agregó- podemos decir que se cumple, lo que no tenemos en todos lados y por eso la estrategia de nuestra Central de apoyar a la organización de de los trabajadores rurales (Unatra) para fortalecer y que lleguen los derechos de los trabajadores rurales a todas partes. Porque hasta el día de hoy, los trabajadores rurales siguen siendo en su gran mayoría trabajadores de segunda clase. Tenemos además una patronal muy dura, y para que se tenga una idea, llegamos en este siglo a las 8 horas, así como se llegó al derecho a la negociación colectiva y la mujer tiene una categoría dentro del sector rural y no como mujer. En el siglo pasado había una categoría que exclusivamente decía mujer se le pagaba el 10% por debajo de lo que ganaba un peón común”.

Cuando el seguimiento es difícil

“Se han logrado avances, pero queda mucho por lograr, aunque podemos decir que donde tenemos organización sindical, lo que debe ser un eco a los mismos trabajadores rurales, se les respeta las normas laborales porque hay organizaciones conciliadas que lo hacen respetar. Donde no las tenemos, en muchos lugares llegan los trabajadores con reclamos de horas extras constantemente, reclamos que no se les paga ficto de alimentación y vivienda, que no tienen una casa digna”.

“Porque una gran cantidad de trabajadores viven dentro del tambo y se les da una casa que la mayoría de los vidrios están tapadas con cartón plast y hay que decirlo claramente”.

En cuanto a la ley de seguimiento, Gonzáles señaló que “si no hay trabajadores que hagan la denuncia, no se puede hacer mucho seguimiento”, acotando que “en Uruguay hay 80 mil asalariados, de los cuales sindicalizados hay aproximadamente 5 mil y en su gran mayoría donde hay centros de concentración de trabajadores, sobre todo en el sector granjero”.

Fue cuando explicó que es difícil actuar “en tambos donde hay un solo trabajador que se afilia y que vive al lado del patrón, con una hostilidad y un ataque constante no solo del patrón sino también de la familia del patrón. Y estas cosas hay que trabajarlas”, concluyó.

En el tema surgió la acotación de María Flores, representante del Sindicato Unico de Trabajadores de Tambo y Afines recordando que en un tambo de Salto “tuvimos que esperar que no estuviera el patrón y cuando abren los galpones veo aquellos viejos colchones de lana, todos arrollados. Entonces le pregunto al trabajador si en ellos dormían los perros, respondiéndonos que ahí dormían ellos, observando 12 colchones en el suelo”.

Recordó que esa experiencia le tocó vivir a mediados del año pasado, recordando que se realizaron inspecciones tras el llamado del sindicato para que se hiciera el seguimiento. Después se blanqueó, se puso piso y se colocaron las correspondientes camas”, dijo señalando que ello incluyó algunos meses de seguimiento”.

Las condiciones de trabajo se deben respetar dignamente, porque el trabajador merece y se gana el derecho a vivir dignamente con su familia”, concluyó señalando sobre el particular, Flores, sumando la conclusión de que se debe “recorrer y apelar a los plenarios y a los compañeros de los sindicatos más fuertes para plantear entre todos ante el Ministerio”.

Se hizo hincapié además que se trata de “tramitar financiación suficiente para que la Unatra pueda tener en cada una de las localidades de departamentos programas radiales difundiendo los derechos del trabajador, cuales son los teléfonos con los que el trabajador pueda contactarse con alguien de la Unatra de tal forma que se pueda denunciar cuando hay algún abuso o de poder consultar cuando hay alguna duda en cuanto a su relación de trabajo”.

Realidad de la naranja y el arándano

Cajigas estableció que “es una situación bastante difícil la de los trabajadores de la Unatra, que es completamente diferente a los de una fábrica o empresas en la ciudad, donde es más accesible hablar con los trabajadores. Porque además en muchos casos el trabajador de la Unatra vive en el lugar en que trabaja y muchas veces no nos dejan acceder al lugar, incluso en las horas en que el trabajador está en descanso”.

mi unatra3Agregó que “el trabajador no sale de adentro del campo, salvo cuando tiene que hacer un mandado, saliendo una, dos o tres veces por mes sin tener días y horas fijos, por lo que hablar con los interesados implica un trabajo de hormiga muy difícil. Y estas son las razones que explican la baja afiliación que existe”.

Refiriéndose a Salto concretamente, Cajigas señaló que “hay dos sindicatos afiliados a la Unatra, como es el de Gamorel y el de Caputto”, descartando que hay mucha diferencia respecto al comportamiento de las empresas.

“Yo estuve invitado por los compañeros en negociación con las dos empresas y realmente las dos se mostraron en su momento muy duras”, dijo, surgiendo entonces la acotación del presidente del Plenario de Salto, Carlos Cattani quien recordó que en cuanto a Caputto “hace 40 años que vivimos la misma historia”, en relación a los atrasos en los pagos de obligaciones a sus trabajadores, considerando que “la tercerización esconde la responsabilidad absoluta de la empresa”.

Respectoa Gamorel dijo que “apunta también a tercerizar y junto con esto apunta a que en la reestructura está dejando un tendal de gente. Es una política que por un lado o por otro se generaliza y es altamente preocupante”.