El Columnista /
LGTB aquí y allá
Por Leonardo Vinci
Los gays cubanos han sufrido enormemente, especialmente durante los primeros treinta años de la Revolución, cuando el gobierno creó un clima de opinión presentando la vida de éstos como una manifestación de la decadencia social.
Fidel Castro en su discurso del 13 de marzo de 1963 dijo: “Nuestra sociedad no puede dar cabida a esa degeneración”.
En ese tiempo, los enviaban, sin cargos ni juicio y sin ningún tipo de explicación o justificación, a las Unidades Militares de Ayuda a la Producción, las UMAP, donde les sometían a trabajos forzados, entre maltratos y vejaciones.
Se creía que el trabajo y un régimen estricto serviría para rehabilitarlos pero acabaron consiguiendo, en realidad, desatar una ola de persecución y marginación contra la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI) en Cuba.
Luego, Fidel Castro hizo comentarios insultantes acerca de la homosexualidad. Su descripción de la vida rural en Cuba reflejaba la idea de que la homosexualidad era una decadencia burguesa y denunció a los “maricones” como agentes del imperialismo.
En una entrevista de 1965 Castro explicó su parecer: ’’No podemos llegar a creer que un homosexual pudiera reunir las condiciones y los requisitos de conducta que nos permitirían considerarlo un verdadero revolucionario, un verdadero militante comunista. Una desviación de esta naturaleza está en contradicción con el concepto que tenemos sobre lo que debe ser un militante comunista…”
En su discurso del 28 de septiembre de 1968, Fidel Castro denunció a los jóvenes cubanos que según él vivían de “forma extravagante.” Ello incluía a los que usaban el pelo largo y se ponían ropa elegante, señal de una degeneración moral que acabaría por llevarlos al sabotaje político y económico.
Con el correr de los años, se acentuó la persecución a gays en la Isla, donde las relaciones sexuales privadas, no comerciales y consentidas entre personas adultas del mismo sexo de más de 16 años fueron ilegales hasta 1979.
Es de mencionar además, que la Constitución cubana establecía en su artículo 36 que "el matrimonio es la unión voluntariamente concertada de un hombre y una mujer con aptitud legal para ello, a fin de hacer vida en común", dejando excluidas a las parejas del mismo sexo.
En nuestro país, a raíz de la ley sobre personas trans, representantes de los colectivos gays destacaron que el proyecto fue presentado ante el Parlamento porque el gobierno es del Frente Amplio. “Estas leyes salen porque tenemos un gobierno de izquierda. Nuestros derechos no fueron reconocidos durante los gobiernos de blancos y colorados. Esta va a ser una lucha política terrible, la derecha nos va a dar palos como locos, nos van a reventar y van a reventar a este gobierno. En esa línea de pensamiento se pronunciaron los “Trans Boys Uruguay”, las “Ovejas negras” y el colectivo “Campesinas rebeldes”, cuyas voces no hemos escuchado en estos días, cuando la represión policial contra la marcha alternativa del movimiento LGTBI en La Habana ha desencadenado un alud de censura y rechazo.
Artistas fieles a la revolución, como Vicente Feliú han dicho "La represión absurda, vergonzante, peligrosamente evocativa de la marcha gay es definitivamente indefendible”, siendo respaldado por Silvio Rodríguez.
Lo cierto es que en Cuba, hoy en día, agentes uniformados y de civil emprenden a golpes contra los manifestantes gays.
Es difícil entonces (por no decir imposible) comprender la postura de los activistas LGTB uruguayos, idolatrando al “Che” Guevara y cantando loas a Cuba.
{jcomments off}
Comentarios potenciados por CComment