Bolivia /
Evo Morales denuncia una \"conspiración política\"
El presidente boliviano Evo Morales dijo que el asesinato de su viceministro del Interior, Rodolfo Illanes, se debió a una "conspiración política y no una reivindicación social", y llamó a dar con los responsables. Tras el crimen, los piqueteros se retiraron de los caminos que disputaron durante tres días a punta de dinamitazos con los policías, en choques que también dejaron dos mineros muertos y unos 20 policías heridos.
Illanes, de 56 años y secuestrado el jueves por mineros que cortaban una ruta, fue torturado y asesinado por sus captores. Su cuerpo fue abandonado envuelto en una frazada en la localidad de Panduro, cerca de la carretera Oruro-La Paz, que ya fue liberada al tránsito.
"La causa de la muerte ha sido básicamente por derrame cerebral, tenemos traumatismo cerebral y torácico; tenemos también costillas fracturadas, ha sido una escena muy dura, ha habido una flagelación", dijo el fiscal de La Paz, Edwin Blanco.
Tras reunirse en la madrugada con sus ministros en la Casa de Gobierno para analizar la situación social, el presidente Morales expresó su "profundo rechazo a los hechos que han sucedido estos días y el profundo dolor que vive el pueblo boliviano" por el asesinato de su colaborador.
Visiblemente conmovido, Morales planteó que las autoridades judiciales "tienen que dar con los autores materiales y también intelectuales del asesinato tan cobarde del hermano Illanes".
Los principales directivos de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin) mantenían un silencio absoluto, en contraste con las voces de dolor e indignación. Mientras la Fiscalía allanó su sede, incautó documentación y detuvo preventivamente a 43 personas. Dos policías que habían sido tomados como rehenes en Cochabamba fueron liberados, dijeron las autoridades.
Por su parte, en un comunicado, la ONU expresó su "más firme rechazo" y condenó "profundamente la muerte violenta del viceministro", y deploró las "protestas extremadamente violentas de los cooperativistas mineros".
En una ceremonia militar posterior, Evo Morales señaló que la protesta minera estuvo ligada a "ciertos intereses externos de grupos que quieren crear cierta inestabilidad y una conspiración".
"La próxima semana demostraremos como hay injerencia, no solamente de carácter político interno, sino también externo", anunció Morales, sin dar más detalles.
Por el momento quedó en suspenso una negociación entre Fencomin y el gobierno que debía empezar ayer en la sede de la vicepresidencia.
Los mineros en protesta se oponen, ente otros puntos, a la norma que permite la creación de sindicatos dentro de cooperativas, pese a que, según el gobierno, esa medida no los perjudica.
El ministro del Interior, Carlos Romero, explicó que los mineros en realidad intentan obtener autorización para alquilar sus concesiones mineras a empresas privadas o extranjeras, algo que prohíbe expresamente la Constitución. Además, según la autoridad, intentaban acumular más espacios de poder en el Ejecutivo.
Los mineros cooperativistas ocupan cargos en el Ejecutivo, en una Superintendencia del ramo y en el Congreso, donde cuentan con senadores y diputados.
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