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A partir de la actual situación que vivimos la educación debe tener en cuenta que los estudiantes  que recibe tienen otra formación, otro manejo de la información y otras formas de entender la realidad. La construcción de las subjetividades del joven que llega al sistema educativo pasan por otros cánones, o a su vez también pueden pasar por su pertenencia a todo lo que implica, nada menos, el mundo virtual, que funciona veinticuatro horas, que tiene amigos en la red de redes, que dificulta el trato directo pero potencia el de las redes sociales.

Ese alumno, con poca paciencia y lleno de datos de lo que le interesa y nada más, es un desafío para la formación docente que no se puede obviar.

Cuando el Instituto Nacional de Evaluación Educativa presenta datos de la cantidad de alumnos que no terminan la Secundaria, sea en las formas del liceo o la UTU, muestra que solo el cuarenta por ciento de los estudiantes terminan los años de esta formación.

Vemos como resultado del desarrollo en las tecnologías de información que se puede m arcar claramente que el (supuesto) enfrentamiento entre los principios del libre acceso a la información que estimula la red y la protección de intereses personales, industriales y estatales asociados con la información ha ganado una mayor importancia que antes.

La tecnología de información tiene un doble papel: por una parte claramente su uso conduce a cambios sociales que podrían, posiblemente, requerir mecanismos de control para ser alterados; mirando desde otra perspectiva su desarrollo y producción son llevados a cabo por factores económicos con poca influencia a la hora de marcar normas.

Pensemos desde otra perspectiva, la ciudadana. El Uruguay viene de recibir una distinción a nivel internacional por el trabajo de la Agesic, la Agencia para el gobierno electrónico, entre los que se destaca el Portal Uruguay Concursa. Esto permite entre otras cosas el acceso a información de todas las capas sociales, el trámite online potenciado por el Plan Ceibal que generó usuarios en todo el país a partir de la universalización del sistema informático que llegó a la escuela, el liceo, la UTU y Formación Docente. Esto permite seguir muchos trámites on line y potenciar la equidad en el acceso a expedientes y oportunidades. Desde ese punto se gana en celeridad, transparencia y posibilidades para toda la ciudadanía lo que no es un tema menor a la hora de evaluar la calidad de la institucionales.

La “Encuesta de Gobierno Electrónico de Naciones Unidas” presenta un resumen de los Estados que usan las TIC para promover el acceso y la inclusión social. El informe refleja las diferentes estrategias que siguen los países y los distintos tópicos sobre Gobierno Electrónico que se desarrollan alrededor del mundo.

Naciones Unidas presenta una evaluación de los países según su estado de desarrollo en Gobierno Electrónico a nivel mundial. También clasifica a los 191 Estados miembros según un índice cuantitativo, concebido como una herramienta para que funcionarios gubernamentales, investigadores y representantes de la sociedad civil y el sector privado; puedan comprender la posición relativa de un país con relación al resto.  (Los avances en Gobierno Electrónico registrados en Uruguay han cosechado el reconocimiento internacional y, como testimonio de ello, nuestro país ascendió doce posiciones en el referido ranking, pasando del lugar 48 al 36. Al tiempo que en Latinoamérica pasó a ocupar el tercer lugar siendo precedido por Colombia y Chile. Si miramos en profundidad el uso de información con base tecnológica tiene, sin duda, aportaciones: para la gente común, para el actor social, y para el sector privado de la economía como también para el sector público incluyendo la educación. Las consecuencias sociales de la tecnología de información que venimos analizando pueden ser relacionadas, en cada uno y en todos los sectores, con cambios en la organización interna  y externa. Pensemos que todas las áreas de las empresas pasan a contar con un departamento de informática, y si no lo tienen contratan quien les haga este soporte. Y a nivel educativo también pues es parte del quehacer cotidiano. Un técnico en Informática puede trabajar en una empresa agropecuaria, como en un hospital como en un establecimiento citrícola o en un liceo.

Estas formas han llevado a que la gente construya otro tipo de relación con los organismos. Por ejemplo, nivel educativo, el estudiante tiene la posibilidad de alcanzar cuando desea la información actualizada del tema que le parezca, lo que hace que el profesor sea un ordenador de información y no una fuente de información. Pero eso choca con la formación que se ha generado a nivel docente en el final del siglo anterior. Por eso en la actualidad, o ya desde hace un  lustro, tenemos que preparar a los docentes para ordenar y reordenar el conocimiento y no pensar que el estudiante está “ávido” de recibir datos, porque a esos datos los tiene. Nos asalta la idea de que la educación no ha tomado en profundidad idea de todo lo que implican estos cambios en la estructura social. Que quizás son tan  profundos que no los alcanzamos a dimensionar como corresponde.

 

 

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