Desde hace años, el antiguo zoológico, ubicado en el Parque Harriague yace en abandono, una sombra de su pasado glorioso. Abandonado y olvidado, sus jaulas vacías y estructuras viejas son testigos mudos del paso del tiempo. Sin embargo, en medio de la decadencia, se avista una oportunidad única: transformar este espacio en un refugio vibrante para la comunidad.

El proyecto de demolición del viejo zoológico y la creación de un nuevo espacio dedicado a actividades al aire libre. Esta iniciativa, impulsada por la visión de revitalizar un área desaprovechada, promete no solo devolver la vida a un lugar olvidado, sino también brindar oportunidades para el disfrute y la recreación de todos sus habitantes.

La demolición de las estructuras obsoletas no solo eliminará una mirada desalentadora, sino que también abrirá paso a una nueva era de posibilidades. En lugar de jaulas y cercas oxidadas, se visualiza un espacio abierto y verde, donde las personas puedan conectarse con la naturaleza y disfrutar de diversas actividades al aire libre. Desde senderismo y ciclismo hasta picnics y clases de yoga.

Además de proporcionar un escape tranquilo del bullicio urbano, este proyecto también tiene como objetivo fomentar la comunidad y promover un estilo de vida activo y saludable.

Se planean eventos comunitarios, talleres educativos y programas de conservación ambiental para involucrar a personas de todas las edades e intereses. Este no será solo un parque, sino un centro vital de interacción social y recreativa.

Sin embargo, este ambicioso proyecto no está exento de desafíos. La transformación de un antiguo zoológico en un espacio al aire libre requerirá una cuidadosa planificación y colaboración entre diversas partes interesadas. La preservación del patrimonio histórico y la protección del medio ambiente serán aspectos fundamentales a tener en cuenta en cada etapa del proceso.

A medida que el proyecto avance, será crucial involucrar a la comunidad local en el diseño y la implementación. Sus voces y visiones ayudarán a dar forma a este espacio, asegurando que refleje verdaderamente las necesidades y aspiraciones de quienes lo utilizarán. La transparencia y la participación ciudadana serán piedras angulares de este proyecto, garantizando su éxito a largo plazo.

En última instancia, la demolición del viejo zoológico para dar paso a un espacio al aire libre es más que una simple renovación física. Es un símbolo de renovación y esperanza, un recordatorio de que incluso los lugares más desolados pueden renacer con la visión adecuada y el compromiso de la comunidad. Este proyecto representa el comienzo de una nueva era de vitalidad y conexión en nuestra ciudad, una oportunidad para celebrar y preservar lo que hace que este lugar sea único. Juntos, podemos convertir estas ruinas en un verdadero oasis al aire libre para todos.

Renato Nieto, Referente de la lista 100, Agrupación Abriendo Caminos, Salto