Días pasados, leí un artículo en el que un insipiente político, expresaba su preocupación por la inexistencia de turismo cultural en Salto, debido a que todos o la mayoría de los museos de la Ciudad están cerrados al público. Atribuyendo tal situación al actual Gobierno Departamental, presidido por Andrés Lima y su séquito.

Lamentablemente, la inexperiencia del joven político, hace que su crítica sea limitada y equívoca. Su preocupación es que los turistas no tengan un destino cultural, y es loable su preocupación. Pero me pregunto, ¿Qué del vecino de Salto que se ve privado de la cultura? ¿Qué de los niños, adolescentes y jóvenes salteños que no tienen la posibilidad de acceder a la cultura, a la historia, al arte, por la ineptitud de un gobierno de izquierda?

El Departamento de Salto, está sufriendo los vestigios de un gobierno de izquierda, un gobierno destructor, que por 15 años condujo los destinos del país llevándolo a la peor crisis social que se pueda conocer. Mayor aún que la crisis de 2002, que supo sortear el Gobierno colorado del Presidente Jorge Batlle, sin renunciar a los principios y valores fundamentales, dejando un país en crecimiento, y así lo reconocieran las principales figuras del FA.

Históricamente, las ideologías de izquierda son destructivas, y los ejemplos de Cuba, Venezuela, Argentina entre otros, lo exponen claramente.

En nuestro país, lo primero que intentaron destruir fue la Democracia y las instituciones por medio de la sedición y la subversión, procurando acceder al poder por la fuerza. Con el único interés de alcanzar el poder por el poder. Luego intentaron destruir las costumbres y los hábitos de conducta de nuestra sociedad, los valores el respeto, la familia, la autoridad, el trato entre pares, la cultura de trabajo, la educación, la comunicación correcta y respetuosa, la idiosincrasia, la identidad y las raíces históricas y culturales de nuestra tierra, intentando generar conflictos en la sociedad, destruyendo la confianza en la justicia y aniquilando la seguridad. En esto resulta más que cierto el proverbio que reza, “Tal el líder, Tal el pueblo”.

Por quince años nuestro país fue gobernado por delincuentes confesos, que hacían alarde de sus fechorías, dejando claro que no existía en ellos el más mínimo respeto por los valores éticos y morales, ignorando el más básico sentido de humanidad. Dejando a su paso el desprecio por la vida, el trabajo, la propiedad, la educación, la cultura, y un aumento sustancial de la delincuencia y de la población que se aferra con uñas y dientes al asistencialismo del Estado.

El actual Gobierno de Coalición, ha intentado con cierto éxito revertir la destrucción que dejaron a su paso los sucesivos gobiernos de izquierda. Pero aún falta mucho por lograr. En función de eso, entendemos, que nadie conoce mejor a nuestro país que el Batllismo, porque fue el Batllismo que hizo de este país un ejemplo en todo sentido a nivel mundial. El Batllismo es sinónimo de valores tales como la familia, el trabajo, la justicia, el respeto, fomentando la cultura, la educación, el sentido de pertenencia, de patriotismo, la idiosincrasia y las raíces históricas de nuestro terruño.

Es por eso, que Renovación Batllista Republicana Lista 2000, promueve las precandidaturas de Tabaré Viera a la Presidencia y José Antonio Cardozo a la Diputación, pues son verdaderos representantes del Batllismo, que pueden, por capacidad y experiencia, asegurar para nuestro Uruguay y nuestro Salto, una verdadera renovación.

Reno.Ba.R Lista 2000, insta a cada corazón Batllista a volver a la querencia. Por un Uruguay y un Salto renovados, este 30 de junio votá Batllismo, votá 2000 y 102.