En el día de ayer se viral hizo a través de las redes sociales, más concretamente en WhatsApp, un video sobre un operativo de tránsito llevado adelante en la avenida Ramón J Vinci, operativo del cual fue objeto el ex Director en la intendencia en la administración Coutinho Alvaro Compá. Más allá de las implicancias del operativo y de qué parte es la que tiene razón, porque el señor Compa escribió argumentos administrativos que son de recibo, porque al parecer nunca había sido notificado antes de una resolución que lo habría dejado sin permiso de conducir. Lo que en definitiva preocupa es que un video que se toma durante un operativo con todas las formalidades del caso sea viralizado.

Sin duda que para que esto ocurra la única forma en que dicho video puede tomar estado público es si un funcionario de tránsito, que son los únicos que tienen acceso a dicho material, lo saca del ámbito municipal para ponerlo en una red social. Esto seguramente viola varios derechos, porque más allá que el señor Compa fue una figura pública, tiene el derecho a que se preserve su identidad y su imagen ante cualquier instancia donde tome participación un órgano estatal o en este caso hay una dependencia de la Intendencia de Salto.

Por tanto creemos que no se puede tolerar este tipo de comportamientos de funcionarios municipales que se toman la atribución de dar a conocer operativos en una suerte de escrache de ciudadanos. El paso a seguir nos parece obvio, debería ya por estas horas existir la orden de una investigación administrativa interna y dentro del departamento de tránsito, para hallar al responsable y por consiguiente iniciar un sumario administrativo. Éstas acciones no se pueden tolerar porque las personas tienen derecho a que se preserve su identidad ante cualquier acto administrativo de la cual puede ser objeto.

En otro orden y sigue dando mucha impotencia ver como la costa salteña sigue sufriendo los efectos de la erosión del río Uruguay, socavando las costas peligrosamente en la costanera sur con el barranco cada vez más cerca del pavimento. Mientras tanto en la costanera Sur también se pierden árboles pero esta vez no tanto por acción de las uvas y bajadas en el río, sino por el comportamiento inconsciente de personas que utilizan árboles para dar espalda a un fogón para hacer quién sabe qué. No existe el más mínimo respeto hacia la naturaleza y la biología. Quien vaya por estos días al parque contra el río en Arenitas Blancas mira que un par de árboles de gran porte se han quebrado y han caído producto de esta incomprensible práctica de quemar su base para hacer un fuego.

Es hora que alguna autoridad Departamental, o por lo menos algún Edil, de esos inquietos que tiene la Junta Departamental, pueda darse una vuelta por el lugar y constatar este tipo de acciones que deberían ser catalogadas como atentados delictivos hacia el ornato público. Ya es tiempo de que exista una reglamentación con fuerza de ley Departamental que proteja nuestros árboles que son la primera defensa contra la erosión, al tiempo que fije penalizaciones para quienes realicen este tipo de comportamientos lesivos.

Por suerte se está viendo un programa de recuperación vial, por ahora modesto sin grandilocuencias, seguramente por pocos recursos económicos con que la intendencia o está contando, pero al menos se ve la voluntad de reparar y mantener calles que estaban abandonadas desde hace muchos años. Ojalá ese rumbo de recuperación se mantenga constante.