Días atrás el gobierno de Salto designó con el nombre de la Ingeniera González a una de las piscinas barriales. En tal oportunidad hizo uso de la palabra el ex diputado Dr. Luis Bertolini quien- entre otras cosas- dijo que “Nos referimos fundamentalmente a la personalidad de Roxana, a su humildad, a la enorme valía técnica que tenía, que permitió que en la época que estuvo al frente de la dirección de obras en la intendencia del escribano Malaquina, realmente se hicieran una cantidad de obras muy importantes.

Antes que comenzaran los PIAI, Roxana trabajó activamente con los POM, Proyectos de Obras Municipales, que incluía mucho saneamiento. Pero su figura cobró mayor auge con los PIAI, Proyectos de Integración para asentamientos Irregulares, donde su forma de trabajo en la elaboración de proyectos- que era fundamental para que fueran aceptados- permitió culminarlos exitosamente. Roxana no solo trabajaba en la mesa de diseño, sino que también andaba en el barro, asegurándose que las obras se hicieran en los tiempos acordados. En buena medida, gracias a su trabajo, en su momento, Salto fue el Departamento que tuvo mayor cantidad de PIAI.

Su labor trascendió las fronteras del Departamento

Fue llamada a trabajar para las Intendencias de Rivera y Cerro Largo. La principal característica de ella- era llegar primero que todos a las reuniones y la última en retirarse. Y tan es así, que a veces se quedaba largo tiempo. Un día, por ser la última en irse, tras haber terminado su labor en la comuna de Cerro Largo, fue asaltada por unos individuos que la ataron a una silla, donde fue encontrada varias horas después. Eso marca la contracción al trabajo que tenía.

Auténtico espíritu batllista

Trabajó a nivel privado, sin embargo, lo que más le interesaba era el trabajo en la obra pública, porque la misma le permitía estar en contacto con la gente a la que trató de beneficiar siempre. Ese era su auténtico espíritu batllista. Fue la primera mujer intendente de Salto. Ese es otro hecho a destacar. No necesitó cuota de género para crecer, sino que por su capacidad y dedicación obtuvo el reconocimiento partidario. También fue llamada en una oportunidad a ser candidata a tan alto cargo.

Malaquina confiaba en ella

El escribano Malaquina confiaba plenamente en ella, con quien trabajó activamente. Sus proyectos e ideas fueron muy importantes en la gestión de aquel.

Justo homenaje

Fue muy justo el homenaje que se le hizo al poner su nombre a una piscina, pues la natación fue su otra pasión, siendo galardonada en más de una oportunidad.” En el mismo sentido se expresó ante cronistas de LA PRENSA el ex diputado Dr. Manuel Barreiro quien manifestó que “redundaría mucho referirnos a todo lo que se ha dicho sobre la vida y obra de Roxana y sobre los trabajos tanto en el gobierno de Salto como en el de otros departamentos, donde su presencia fue requerida por más de un intendente.

Trabajo y deporte

Pero además de su obra como Ingeniera, se destacó en lo deportivo, especialmente en la natación, ganando medallas y campeonatos aquí en el Uruguay y compitiendo en el exterior. Y por sobre todas las cosas, fue una gran persona, porque corresponde destacar sus virtudes personales, siempre servicial, siempre dispuesta a ayudar y a colaborar, abierta a las consultas. Trabajaba día y noche. No tenía horario para trabajar cuando se ocupaba de un proyecto.

Calle Uruguay decorada

Además de una gran ingeniera y directora de obras fue proyectista. Ella proyectó muchas de las obras que se realizaron. Yo caminaba días atrás por calle Uruguay, que está decorada por las fiestas tradicionales, y recordaba esa obra que la tuvo a ella como puntal importante. Tal vez se ha desvirtuado un poco, porque inicialmente se buscó darle un entorno semejante a la vieja calle Uruguay con sus focos y plafones transparentes, dorados, y sus columnas, que creo ya no existen. Las obras quedan como recuerdo de las personas, pero no por eso, al resaltar las obras hay que olvidarse de destacar a las personas como tales. Roxana fue una gran amiga que prestó un enorme servicio a la comunidad, dejando su impronta de ser una buena persona. Por eso es muy justo recordarla de esta manera, reconociendo todo lo que hizo por Salto, sobre todo durante el gobierno del escribano Malaquina.