Tras el plebiscito de 1980, la dictadura autorizó la apertura de varias emisoras de FM, pero dejó sin adjudicar CX 293, probablemente como castigo por la postura asumida por Radio Cultural, una voz opositora durante el régimen. Con el retorno de la democracia, la nueva administración llamó a interesados para operar la frecuencia 106.5 FM, la que se nos adjudicó mediante un proceso transparente. Así nació "Emisora del Éxodo", una de las estaciones de mayor potencia en el litoral del país.

En 1990 falleció mi padre. De acuerdo con la ley, su permiso se extinguió, pues las autorizaciones de radiodifusión no son hereditarias. Comuniqué su fallecimiento a la Dirección de Comunicaciones y presenté, junto a mi madre y mi hermana, una nota dejando constancia de que ambas renunciaban a cualquier reclamo, respaldando que yo continuara como único permisionario y director de CX 293. Con ello, el trámite debía concluir.

Exigencias absurdas y plazos imposibles de cumplir...

Sin embargo, la administración exigió que tramitáramos la sucesión de mi padre, aun cuando dicha gestión no afectaba en nada mi condición de permisionario. En 1996, con la asesoría del doctor Véscovi, acreditamos por escrito que, según el Código Civil, los derechos sucesorios se adquieren de pleno derecho al momento del fallecimiento, y que el trámite judicial solo confirma esos derechos, sin transferirlos. Aun así, se nos siguieron imponiendo exigencias absurdas y plazos imposibles de cumplir.

Arbitraria y sin fundamento...

Cuando finalmente el juez dictó sentencia, presentamos ante la URSEC el expediente completo con la sucesión de mi padre, donde se me declaraba único heredero universal. Pero el trámite volvió a trabarse: ahora se nos pedía el “Certificado de Resultancia de Autos”, un documento innecesario en este caso, ya que la titularidad de una emisora no se transmite por herencia. Advertimos a la administración que esa exigencia era arbitraria y sin fundamento. Poco después, un nuevo gobierno asumió y, en menos de dos meses, ya había un proyecto de resolución destinado a despojarnos del permiso. La notificación, irregular y maliciosa, se hizo por fax a la Junta Departamental en lugar de en el domicilio constituido, violando la normativa vigente.

Notificaciones de la URSEC viciadas de nulidad absoluta...

La asesoría jurídica del Ministerio de Industria determinó más tarde que todas las notificaciones practicadas por la URSEC estaban “viciadas de nulidad absoluta” y que no era necesario presentar el certificado exigido. Bastaba con la declaratoria de herederos o un certificado notarial. Se nos dio la razón. No obstante, para evitar nuevos pretextos, también presentamos el documento requerido.
De nuevo, debió concluir el asunto. Pero no. Ahora la administración exigía que realizara la sucesión de mi madre- quien había fallecido ocho años después de mi padre- la que nunca había reclamado derechos sobre la radio y había declarado expresamente su deseo de que yo fuera el único titular. Les advertimos: “parece que no leen nuestros escritos”.

... la radio estaba clausurada

Tiempo después, el Subsecretario del Ministerio ordenó un informe sobre FM del Éxodo y Radio Cultural. En apenas 24 horas, un abogado revisó expedientes de más de 300 fojas y elaboró un resumen de cuatro páginas, donde reconocía que se trataba de dos emisoras distintas y recomendaba notificarme formalmente. Nunca lo hicieron. Se abrió un nuevo expediente a mis espaldas. Dos años más tarde, en 2009, el presidente de la URSEC declaró públicamente en Salto que la radio estaba “clausurada”. Al haber adelantado opinión en un asunto pendiente, lo impugnamos conforme al Decreto 500. El gobierno no respondió. Siguieron adelante con un tercer proyecto para retirarnos la frecuencia. Al revisar los archivos, descubrimos que buena parte del expediente original había desaparecido misteriosamente en el despacho del Subsecretario. Jamás se investigó ni se nombró sumariante, ni se denunció la destrucción u ocultamiento de documentos públicos.

Disparate jurídico

Años después, un ex director de Comunicaciones emitió un informe —que nunca se me notificó— afirmando que debía haber constituido una sociedad con mi madre, dado que tenía derechos conyugales según la sucesión. Pero esa sucesión había finalizado en 2002 y mi madre había muerto en 1998: un disparate jurídico.

En criollo una verdadera "alcaldada"

La mala fe llegó al extremo de notificar la resolución final en 2010 en una cabina telefónica de ANTEL. Fue el cierre de un proceso plagado de irregularidades, omisiones y arbitrariedades. Una verdadera "alcaldada", como se dice en buen criollo.

Emisora del Éxodo fiel a su nombre...

Felizmente, tras un largo peregrinaje, hace tres años, la administración reconoció sus errores. En ejercicio de su “poder-deber de revocar actos ilegales”, restituyó la autorización para el uso del canal 293, devolviendo a "Emisora del Éxodo" el lugar que nunca debió perder. Esa decisión no solo reparó una injusticia, sino que reivindicó la historia de una emisora nacida del espíritu libre del pueblo salteño, heredera de la resistencia democrática de Radio Cultural. Una emisora que, fiel a su nombre, supo cruzar su propio desierto de arbitrariedades y silencios hasta reencontrarse con la justicia y con la verdad