La Comisión Vecinal Baltasar Brum celebra con orgullo la décima edición de la Feria Flores, un evento que se ha convertido en un verdadero símbolo del barrio y un punto de encuentro entre vecinos, artesanos y visitantes de distintos rincones del departamento de Salto e incluso de otras localidades como Paysandú y Chapicuy. Fiorella Zucchi y Yamila González, integrantes de la comisión organizadora, conversaron con La Prensa sobre los preparativos, la historia y el significado de esta feria que cada diciembre llena de color la Plaza Flores.

“El barrio siempre nos acompaña, desde la primera edición”, comentó Yamila González. “Cada año crece más la convocatoria y los artesanos se van contentos porque logran buenas ventas. Para nosotras, eso es lo más gratificante”.

De una idea vecinal a una tradición esperada

La Feria Flores nació en 2019 como una iniciativa vecinal impulsada por Yamila González y Angelina Cardozo, con el apoyo de la Comisión Vecinal Baltasar Brum. “Queríamos generar una actividad diferente, un espacio donde los emprendedores del barrio pudieran mostrar su trabajo”.  Lo que comenzó como una pequeña feria del Día de la Madre se transformó en una cita anual imperdible. Hoy, llegar a la décima edición es motivo de orgullo y de celebración. “La gente ya nos pregunta en octubre cuándo sale la feria. Se ha convertido en una marca del barrio”.

Una feria artesanal con identidad propia

La feria, que se realizará el domingo 21 de diciembre a partir de las 18 horas en Plaza Flores, se caracteriza por su enfoque artesanal. Solo se aceptan emprendedores que trabajen con productos de elaboración propia y con una marca definida. “No se permite la reventa. Queremos que todo lo que se ofrezca sea realmente artesanal”.

Los stands deben contar con un gazebo blanco de 3x3 metros, y la organización selecciona cuidadosamente la variedad de rubros para garantizar una propuesta diversa y atractiva. “Cuidamos mucho la estética de la feria, la ubicación, los colores, la mezcla de productos. No queremos que sea monótona”.

Además, se espera una amplia participación del sector gastronómico, con una “plaza de comidas” que acompañará la tarde y la noche del evento. “La idea es que se pueda disfrutar desde la merienda hasta la cena”, contaron las organizadoras entre risas.

Mucho más que una feria, un encuentro social

Más allá de las ventas y la exposición artesanal, la Feria Flores tiene un fuerte componente social. “Para nosotros no se trata de lo económico, sino de lo comunitario. Se cobra un costo mínimo para los stands, solo para autosustentarse. La feria vive gracias al apoyo del barrio y de los comercios locales”. El evento incluye también espectáculos artísticos y musicales que amenizan la jornada. “Siempre hay música en vivo, artistas locales y sorpresas para el público. Es un momento muy esperado porque reúne a vecinos que hace tiempo no se ven. Verlos saludarse y abrazarse es lo más lindo”.

Una invitación abierta a todos

La convocatoria para los artesanos y emprendedores estará abierta hasta el 30 de noviembre. Pueden participar tanto vecinos del barrio Baltasar Brum como creadores de otros puntos del departamento. “Apuntamos al barrio, pero la feria es abierta a todos. Incluso llegan turistas que se enteran en las termas de Daymán y vienen especialmente a conocerla”, señaló Zucchi. Las organizadoras invitan a toda la comunidad a participar, aunque no sea necesariamente como compradores. “Lo importante es acompañar. La feria es una fiesta del barrio, y todos son bienvenidos”.