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En Argentina, el ex presidente Mauricio Macri insinuó con bastante claridad que el presidente, Javier Milei, está saboteando su proyecto de ley para prohibirle la presentación a elecciones a aquellos políticos condenados en causas por corrupción. Hablando claro, Macri cree que Milei no sólo no quiere impedirle a Cristina Kirchner ser candidata en las legislativas del año próximo sino que hasta está promoviendo esa situación. Todo surgió en el marco del debate por el llamado proyecto “ficha limpia”, que establece que no pueden postularse a cargos electivos los políticos que hayan sido condenados en segunda instancia en causas judiciales.

Parecía que habría una amplia mayoría para aprobar esta iniciativa, pero no llegó siquiera a tratarse en la cámara de diputados por falta de quorum. La semana pasada había sido el primer intento, pero faltaron dos diputados para el número mínimo, y causó suspicacias el apuro del presidente de la cámara, Martín Menem, para dar por caída la sesión. Y ayer, en el segundo intento, faltaron 13 diputados, incluyendo varios de la bancada legislativa de Milei.

¿Queremos o no queremos un país sin corrupción?”

 

Esto llevó a que Macri publicara un tuit en el que dijo que “quedaron flotando preguntas inquietantes y profundas para el futuro de la Argentina: ¿Queremos o no queremos un país sin corrupción?”. Y dejó la insinuación de que Milei está negociando en secreto con el kirchnerismo. Lo raro es que el propio Milei, cuando abrió el año legislativo, dijo que era del interés del gobierno que saliera ese proyecto, y se ganó el aplauso de la bancada macrista y de la Unión Cívica Radical.

En aquel momento, Cristina Kirchner estaba condenada en primera instancia por desvío de fondos en la financiación de obra pública. Es decir, todavía no encuadraba en la inhabilitación del proyecto “ficha limpia”. Pero hace dos semanas la Cámara de Casación confirmó esa condena, cuya pena es seis años de prisión e inhabilitación de por vida para ocupar cargos públicos. En realidad, para que la prisión y la inhabilitación sean efectivos se necesita la ratificación en tercera instancia, a cargo de la Corte Suprema de Justicia. Y antecedentes como el de Carlos Menem demuestran que esto puede llevar muchos años.

Arma de doble filo

Esto convenció al macrismo a impulsar el proyecto, con el objetivo de que, aunque se demorase el fallo de la Corte Suprema, al menos se pudiera hacer efectiva la inhabilitación electoral.

Ayer, referentes del sector de Milei terminaron por reconocer que el gobierno no está motivado para aprobar el proyecto ficha limpia. Y el argumento es que puede transformarse en un arma de doble filo.

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