En paralelo el sindicato FFOSE se declaro en conflicto y comenzó a aplicar medidas para denunciar el “desmantelamiento” de la empresa. Desde el gobierno, hay inquietud porque las acciones sindicales puedan afectar la operativa de la usina de Aguas Corrientes, que abastece al área metropolitana. Según precisó el secretario de presidencia Alvaro Delgado: “las reivindicaciones son todas respetables, pero en este caso hay un límite que tiene que ver con el bien común”. 

Desde el sindicato se informó que “el personal de esa usina trabaja a reglamento, bajo régimen de guardia gremial, sin cobrar, asegurando el servicio de agua potable”. Se indica que el conflicto no tenía como objetivo afectar a la gente, sino que el gobierno y las autoridades entiendan que la empresa está desmantelada y que hace falta personal. Vamos a garantizar el servicio, pero este conflicto “puede durar tanto como la voluntad del gobierno y el directorio de solucionarlo”.

Según el sindicato OSE necesita 500 funcionarios mas para trabajar sin necesidad de horas extras como al presente.