El “buque insignia” es la nave estrella de una flota, aquella que se considera la más importante, la que utiliza el almirante para navegar. La LUC es para el gobierno de Lacalle, Manini y Sanguinetti, la insignia de su política general y específica. Deshace la estructura solidaria de la nación, e instala otra de corte liberal conservador, donde la “libertad” sustituye a la “igualdad” en cuanto a la acción del Estado. Todos son libres de hacer lo que quieran si pueden, y los que no puedan... no será cuenta del Estado atenderlos (siempre y cuando no sean “malla oro”.)

Con una fenomenal y costosa campaña de concientización (servilización), el gobierno ha transmitido a toda la población las “bondades” de su política de deterioro salarial, de destrozo de las pasividades, de sometimiento a trabajar para sobrevivir.

Digo y fundamento que este gobierno levanta la LUC y ahoga a los jubilados, por ejemplo.

Hace unos días escribía en otro medio, que ningún contenido de la Ley de Urgente Consideración beneficia a los jubilados y pensionistas, cuando fue una magnífica oportunidad para hacerlo. Por segundo año consecutivo las jubilaciones perderán poder de compra, porque aumentarán por debajo de la inflación; todo porque la política económica de Lacalle, Manini y Sanguinetti, nutre las arcas del gobierno con dinero que no paga a los empleados públicos y a los jubilados.

Poca gente se ha dado cuenta de porqué las jubilaciones en los quince años de gobierno del Frente, aumentaron siempre por encima de la inflación. Constitucionalmente debían equiparar el crecimiento de los salarios, pero el gobierno frenteamplista habitualmente, por decreto, daba unos puntos más de aumento, con lo cual siempre se superaba la inflación. Gente quizás poco informada o con el espíritu encendido de fundamentalismo partidario, convenció a los pasivos que ganaban mal y que con Lacalle ¡todos recibirían más! Consciente o inconscientemente NO DIJERON LA VERDAD. Los pasivos hoy ganan menos, no tienen aumentos extras y cada vez están peor.

La LUC, que tenía garantizadas las mayorías, fue la oportunidad del gobierno para consolidar en ley ese equilibrio que el Frente otorgaba por decreto, pero no se hizo. El buque insignia del gobierno dejó hundir a los jubilados.

No soy amigo de las guerras, pero cuando gurí leí mucho El Tony, D´Artagnan, Fantasía, todas revistas que traían historietas de batallas, donde los héroes indicaban que había que “torpedear las naves enemigas”; siguiendo esa teoría bélica hay que hundir a la LUC, nave insignia del gobierno que entierra los salarios de trabajadores y jubilados. La población, mayoritariamente trabajadora, tiene la oportunidad de ganar esta batalla crucial derogando los 135 artículos más nocivos y obligando a replantear la táctica del gobierno. Con la LUC hundida el almirante entenderá la señal: el pueblo no quiere mendigar un empleo con mísero salario; exige con la herramienta del voto, que haya “igualdad”, aunque algunos pierdan “libertad” de quedarse con todo.

Empecemos por el buque insignia, HUNDAMOS LA LUC.