Como Uruguay no hay…
Tenemos sin duda un país magnifico, donde todos tenemos las mejores oportunidades para educarnos, trabajar y de acuerdo a nuestras condiciones, esfuerzos y sacrificio, triunfar. Ejemplos hay miles. También tenemos nuestras “agachadas” con algunas conductas y acciones poco serias. Las comparaciones son odiosas, pero necesarias e inevitables, más cuando se dan situaciones que conmueven al país y su gente y alli es donde muchas veces, saltan la pequeñez, la falsedad y la falta de empatia contra quien no piensa o gestiona como a nos gustaria por ideología, sistema o lo que fuera.
En el ámbito político es donde más se ve y se nota esa “mala leche” de algunas personas. Es parte de su ser y también de una ideología que solo sobrevive en unos pocos países, que vale la pena señalarlo, no son lo que más se destacan y mejor vida brindan a sus ciudadanos.
A nivel país, el episodio del jefe de custodia del presidente de la república, generó una tormenta, que como todo lo que pasa en este país, no habrá de durar mas de 10 o 15 días, y la dinámica de la propia vida de la república por un lado y de la ciudadanía por otra, llevará a que pase a un segundo plano.
Pero hay gente que le encanta apuntar a la paja del ojo ajeno y jamas mirar la viga en el propio.
Lacalle Pou, es cierto y el mismo lo reconoció publicamente, se equivocó con designar como jefe de su custodia a una persona que trabajo con su padre y con el mismo Partido Nacional.
Informado de que el sujeto estaba vinculado a un episodio delictivo, como debe ser, dispuso que en la misma residencia presidencial de Suárez, se cumpliera con la orden de la Fiscal del caso y agentes de Policia lo detuvieron. Quedó muy claro que institucionalmente se actuó como dispone la división de poderes. Lo político-gubernamental respeto y acató lo que habían decidido Fiscalía y el Juez en lo penal actuante. En poco mas de 36 horas, el ahora ex jefe de seguridad, pasó a cumplir prisión preventiva mientras se amplia una investigación que Lacalle Pou apoya y que manifesto desea llegue a fondo.
Todo esto, entendemos que roza pero no afecta la imagen ni la gestión presidencial. Esta muy claro, nada tiene que ver con este episodio delictivo. Si un funcionario que gozó de su confianza y que se prevalecio de ella para conducirse en forma indebida, lo cual pagará con prisión. Todo muy rápido sin nada que ocultar.
Situación que el presidente del Frente Amplio, el Sr. Fernando Pereira, que de sindicalista luchador, paso a jerarquia de la coalición de partidos y movimientos de izquierda, con una soberbia que le viene ganando día a día y como si tuviera el mismo poder que el presidente electo por voto ciudadano, palabras más palabras menos, insinuó que este gobierno nacional no es trasparente. Enlazando el episodio del pasaporte para el narco, con el permitido cambio de cajas de cigarrillos, etc. etc. No tuvo presente que la vergüenza mayor que paso el país, fue el confirmarse que tuvimos un vicepresidente corrupto de su fuerza política, mentiroso, que alardeaba de un título profesional que en realidad no tenía.
No se acordó que tuvimos un presidente que asesinó gente, también un Ministro del Interior, que casualmente tuvo en su custodia a otro delincuente, en ese caso solicitado en pase en comisión; del hermano de un presidente, que estuvo muy vinculado a un movimiento guerrillero que robó y nunca devolvió la historica bandera de los 33 y hasta podríamos apuntar a al asesinato de un empresario a quien se dice, un familiar de ex presidente de la Republica, le mejicaneó negocios multimillonarios con Venezuela. No hablemos tampoco del senador Carrera y su episodio de encubrimiento de un hecho, que dejo parapléjico a un hombre joven, a quien se le asistió en el Hospital Policial, ademas de concederle vales de alimentación que pago el Ministerio del Interior, por 3 años. De ello, como el derroche de plata acostumbrado por su gestión populista, no se habla. Tampoco nada se dijo de un joven empleado de la Intendencia de Montevideo, que en su licencia y “representando al FA” fue a apoyar a Rusia en su guerra contra Ucrania, cuando es notorio que el gobierno y los uruguayos en su mayoria, rechazamos esa aventura bélica.
La izquierda no ha aprendido a ser oposición respetuosa en temas que son de Estado. Todo lo critica, en todo habla de “otra política” pero soluciones reales y lo más importante, posibles, nunca aporta. Lo que nos sorprende, porque por años “vendieron” la imagen de sabelotodos y cuando fueron gobierno, derrocharon millones en proyectos fracasados e inviables.
Pero de ello, ya es más que notorio, nunca se acuerdan, no reconocen, ni se arrepienten, al menos publicamente.
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