El tema es recurrente, en todo el país rural, no tiene visos de solución y agrede a la familia agropecuaria de formas inimaginables. No distingue a ricos o pobres, grandes o pequeños, del interior profundo o zonas sub urbanas, lejos de las ciudades o linderos a ellas, afectadas a grandes o pequeñas cantidades, solo una parte del patrimonio empresarial o todo su capital, de gran perjuicio económico o valor sentimental, en fin una interminable cantidad de razones por las cuales los ataques de jaurías, fundamentalmente a la majada nacional, es un problema grave, tan intolerable y violento, como incomprendido por la falsa moral e hipocresía de los animalistas de turno.

Sucede en todo momento y lugar...

Sucede frecuentemente a lo largo y ancho del territorio nacional, con jaurías sin dueño pero también con perros domésticos que individualmente o en grupo suelen cometer los crímenes contra las ovejas de los campos de la patria. Últimamente el fenómeno se hizo extensivo a otros animales, ganado vacuno joven que es asaltado por sorpresa y violentamente por estos animales con el único fin de hacer daño y dar rienda suelta a sus instintos salvajes.

De las noticias en la TV a la cruda realidad

Y les va pasando a todos, primero se ven y escuchan las noticias de los eventos en todo el país, más lejos o cerca de las realidades personales individuales, para luego dar lugar a los hechos crueles en vivo y en directo, aquí y ahora. Lo que me venía a mi conciencia a través de los medios se transforma en una espantosa realidad a las puertas de mi casa, señala un conocido productor agropecuario del lejano basalto de Salto.

San Sebastián en Zanja del Tigre

En la localidad Zanja del Tigre, perteneciente al Municipio de Mataojo, seccional de policía Nº 12 Salto. El nombre del establecimiento es San Sebastián, ubicado por camino vecinal a 60 km al este del km 107 de Ruta 31. A 160 km de Salto. Los propietarios del predio son la Familia Campos Correa. Hay que pensar la ubicación de esta estancia, bien criolla, en el medio de la nada, alejada del camino y fuera del radio urbano cualquiera. También ahí y en esas condiciones, Federico Campos denunció la muerte y lesiones de decenas de ovejas en sus campos por grupo de perros enloquecidos presuntamente propiedad de sus vecinos. Efectivamente, atribuye los hechos a perros de predio vecino aunque que no se sabe si los animales tienen los papeles en orden, patente y reciben dosificación de zoonosis.

Una noche de sangre y muerte

Dice Federico que los sucesos ocurrieron en una sola noche y producto de una perra alzada de un vecino que atraía a perros de toda la zona. Esa si que no era esperable, perros galanes y agresivos detrás de la moza en celo... y una noche de sangre y muerte con las pobres ovejas mansamente pastando en las praderas naturales. Yo mismo recorrí los campos y constaté el desastre que había ocurrido. Ovejas muertas o heridas por doquier, en el suelo o en la cañada. Luego de la sorpresa el dolor e indignación por el paisaje ante mis ojos atiné a la ayuda de las ovejas aún vivas para curar sus heridas. El panorama era desolador, los verdes campos del basalto recuperados de la reciente sequía que cobraban su precio con la muerte de mis ovejas por parte de los perros presumiblemente de la zona. El perjuicio fue en más de cuarenta ovejas de la raza Merino, la mitad muertas y la otra heridas, algunas graves por lo seguramente morirán en breve.

Ocurrió otras veces pero no tan grave

Sin embargo el asunto y el problema no son nuevos en la zona. Sostiene el productor de San Sebastián que es la cuarta vez que ocurre, aunque las otras fueron tan severas en cantidad de animales mordidos o muertos,  ni tampoco tan  crueles como la de ahora.

Afirmó conocer a todos los vecinos y ya les comunico lo acontecido para que estén alerta por sus majadas. Por supuesto que hizo la denuncia en la seccional policial de Pueblo Quintana, la que correspodería a la zona. Quedará por saber si las autoridades del Instituto de Bienestar Animal (INBA) tomarán conocimiento de los hechos y acturían en consecuencia.

Afirmó que la Agropecuaria de Salto me imagino que no sabe nada de los hechos. Pensé que por la distancia a cercos poblados y las pocas casas que hay aquí en el pueblito nunca me ocurriría a mi semejante masacre y perjuicio económico producto del ataque de perros a mis ovinos.

“Me dan ganas de llorar”

Declaró Federico su “sentimiento es de una tristeza enorme ya que al estar en contacto todo la vida con los animales, uno les toma cariño y observar está verdadera carnicería de animales muertos y lesionados en forma grave, me dan ganas de llorar”.

Señaló finalmente que “si la forma o las medidas a tomar es la tenencia responsable de perros ya que los culpables son los dueños. Por eso hay que comenzar de inmediato con el chipeo y castración”.