Vivimos endeudados
-
Por Gabriel Paique
/
gabriel.paique@gmail.com
Días pasados se recordaron los 40 años del retorno a la democracia en nuestro país y en lo que fue el primer gobierno luego de la Dictadura, encabezado por el Dr. Julio María Sanguinetti, la lucha, como también la mirada era la deuda externa, la que con el paso de los años, todo fue quedando en una memoria olvidadiza, vaya a saber los motivos, pero lo que cambiaron fueron los términos, más allá que seguimos endeudados como siempre. Pero no solo es el país el que tiene deudas, sino que el ciudadano común también muchas veces nos embarcamos en los préstamos, que cada tanto nos dan la posibilidad de hacer uno nuevo y se hace cuesta arriba para poder afrontar el diario vivir.
Una realidad que es parte de una sociedad endeudada, donde el sistema capitalista moderno se basa en este punto, que en definitiva incentiva el endeudamiento al consumo y la inversión. Algo que parece que es muy difícil de torcer, sobre todo teniendo en cuenta que vivimos en un mundo cada vez más consumista, que hace que la economía se siga por el lado de generar deudas, algunas que van con muchos años para adelante. En algún momento escuchamos, “alguien la va a pagar”, pero la realidad nos muestra que generalmente es el ciudadano, que además de pagar sus préstamos, también es parte de un sistema que te lleva a ser parte de ese múndo matemático, que no te deja posibilidades de apartarte de él.
Claro que el endeudamiento no es algo sencillo de llevar, sea personal, colectivo o de un gobierno que nos representa, lo que sin duda genera una presión social y hasta psicológica. Muchas veces el endeudamiento limita las posibilidades, además de afectar sin duda la salud mental, lo que lleva a situaciones de un grado de estrés muy grande. Pero vivimos en un mundo donde el crédito y la deuda son herramientas para el crecimiento en las distintas áreas. Entoces convivimos con una realidad a la que nos vamos acostumbrando, con lo que son los vaivenes de las economías, que muchas veces tienen los “sacudones” que nos hacen aquello de “ajustar cinturones”.
Arrancamos con lo que fue el primer gobierno de estos últimos 40 del retorno a la democracia y en la década del '80, veníamos de lo que fue la tablita, la inflación importante, lo que sin duda nos mostró momentos de incertidumbres para aquellos que la vivimos. En ese entonces, el mensaje para mostrarnos que íbamos ganándole a la inflación, era que antes con cierta cantidad de dinero, comprábamos un kilo de arroz y pasamos a comprar dos, o también un litro de leche, para llegar a dos con lo que era el ingreso de una familia.
Fueron momentos muy duros y que quedaron en el olvido, para una nueva realidad económica, con otro sacudón en el inicio del nuevo siglo. Hoy nuestro país muestra una economía que más allá de los distintos gobiernos de diferentes colores, han llevado un sistema que nos permite estar con una inflación manejable, lejos de lo que son algunos países de la región.
Hoy vemos que desde la Intendencia de Salto se está solicitando un nuevo préstamo para tratar de mejorar en todos los aspectos y que por varios años hacia adelante, se deberá pagar, uno piensa que está el estudio de como cumplir, ya que la herramienta nos guste o no, sigue siendo el endeudamiento. La mirada estará saber como en algún momento salir, más allá que el sistema nos invita a seguir endeudados y tirando la pelota para adelante.
Comentarios potenciados por CComment