Valentina Rivas Fernández /
“El éxito es para los aventureros”
La contadora pública Valentina Rivas Fernández, gerente del grupo Rivas y magíster en Coaching Directivo y Liderazgo por la Universidad de Barcelona, comparte un mensaje que resume su filosofía profesional y de vida, “El éxito es para los aventureros. El que no arriesga, no gana”. Desde su consultora en Salto, promueve un liderazgo humano, consciente y adaptativo que busca transformar la forma en que las empresas uruguayas entienden el trabajo en equipo y la toma de decisiones.
Un hallazgo inesperado que cambió su rumbo
Rivas cuenta que su acercamiento al coaching fue casi fortuito. “Buscaba seguir estudiando, hacer un posgrado, y un día apareció una publicación de la OBS Business School, patrocinada por la Universidad de Barcelona. Me contactaron, inicié el proceso y así empezó todo. No sabía nada de coaching, pero me atrapó enseguida”, relata.
Esa decisión marcó un antes y un después en su vida profesional. Durante la maestría, realizó su tesis junto a un equipo multicultural de compañeros de México, Argentina, Chile y España. “Fue un desafío enorme, sobre todo siendo mamá y manejando la diferencia horaria. Pero el esfuerzo valió la pena”.
En julio de este año, Valentina viajó a Barcelona para recibir su título y participar en el evento “Leaders with Vision: Networking with Purpose”, una experiencia que “reafirmó la idea de que los líderes con propósito son los que transforman entornos”.
Un evento que unió a 70 mujeres
Mientras cursaba su maestría, organizó en el Hotel Salto un encuentro para mujeres que superó todas las expectativas. “Pensábamos en 60 participantes y fueron 70. Trabajamos temas como la zona de confort, el autoconocimiento y el liderazgo femenino. Fue un espacio para debatir y conectar”.
El formato incluyó mesas temáticas, frases motivadoras y ejercicios de reflexión. “Fue mágico ver cómo se generaba confianza entre mujeres que no se conocían. A muchas les quedó el deseo de repetirlo”, cuenta con entusiasmo. Aunque la segunda edición no se concretó este año, Rivas asegura que volverá “con una propuesta más interactiva y enfocada en el debate”.
Del liderazgo personal al liderazgo empresarial
Su maestría le permitió descubrir una pasión, trabajar con las personas. “El coaching me dio herramientas para entender que toda transformación organizacional empieza en la gente. No hay mejora posible si no miramos a las personas que integran las empresas”, sostiene.
Desde su consultora, se dedica a acompañar a emprendedores y empresas en procesos de crecimiento. “Cuando una empresa pasa de micro a macro, cuesta. Cambiar el logo, invertir en imagen o en marketing no es solo dinero, es un cambio de mentalidad. Muchos emprendedores se frenan porque piensan que están gastando, cuando en realidad están invirtiendo”.
Rivas también impulsa campañas locales de emprendedurismo. A través de redes sociales, invitó a los salteños a filmar y compartir los emprendimientos que admiran. “Más de 3.500 personas vieron el video, pero solo una se animó a participar. Eso demuestra que todavía cuesta salir de la zona de confort y apoyar sin esperar algo a cambio”.
El líder que se adapta, no que impone
Para Valentina, el liderazgo moderno es flexible, empático y plural. “El líder tiene que ser compañero, inspirador, parte del equipo. Ya no sirven los liderazgos autoritarios. Hoy cada persona necesita una versión distinta de su líder”, afirma.
La contadora considera que las emociones ocupan un rol fundamental en la gestión. “No todos los empleados llegan todos los días con la misma energía. El líder debe saber leer esas emociones y adaptarse. No existe un solo tipo de líder; el liderazgo se transforma con cada persona y cada situación”.
Sobre si el liderazgo se nace o se hace, Rivas no duda, “La teoría dice que se adquiere, pero yo creo que se trae. Se puede pulir, mejorar, pero el liderazgo verdadero es algo que uno tiene adentro. Se nota en todos los ámbitos: en el trabajo, en un grupo de amigos, hasta en un equipo de fútbol”.
“Hay que animarse, el miedo paraliza”
Cuando se le pregunta qué consejo daría a quienes sueñan con emprender, su respuesta es clara: “Que no tengan miedo. El COVID nos enseñó que no controlamos nada. Las decisiones hay que tomarlas igual, porque lo único que controlamos es nuestra acción. Si esperás a que todo esté perfecto, no vas a hacer nada”.
Rivas considera que invertir en conocimiento y en asesoramiento profesional nunca es un gasto. “A veces pensamos que podemos hacerlo solos, pero hay especialistas que te ayudan a ver lo que uno no ve. Invertir en eso puede cambiar el rumbo de un negocio”, asegura.
El motor del cambio, las personas
Consultada sobre qué aspecto analiza primero al asesorar una empresa, responde sin dudar: “Siempre empiezo por escuchar. Las empresas pueden pedir ayuda en finanzas, procesos o liderazgo, pero la raíz está en las personas. Si no miramos a quienes integran la organización, no hay solución posible”.
Su visión humanista del coaching empresarial se basa en una idea simple pero poderosa: “Toda empresa que trabaja con personas debe mirar a las personas”. Para Rivas, ese es el punto de partida para cualquier transformación sostenible.
Agradecimientos y proyección
Antes de despedirse, Valentina se toma un momento para agradecer. “A mis padres por mi educación, a mi marido por acompañarme en cada paso, a mi hija, que es lo más importante, y a todos los que me rodean y apoyan”. Desde su consultora, invita a quienes quieran mejorar sus empresas o iniciar un cambio a contactarla. “A veces solo hace falta una charla para derribar mitos y descubrir que el cambio es posible”.
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