El sábado el Salto Shopping y Terminal literalmente explotó. Con el día de la madre encima, más la llegada mayor de visitantes justamente por esa fecha, todo fue un gran revuelo. Además la seguridad también pesa. La gente está entrando a valorar moverse en un ambiente cerrado y seguro. En  cuanto al estacionamiento obviamente se desbordó en forma automática. Al punto que enfrente también se llenó, del predio de AFE hablamos que es grande de por sí, por lo que se siguió por donde se pudiera. Y la salida para todos lados era una congestión sola, a pesar de los semáforos y los canteros. Salto ya no tiene lugar para nada, la gente deambula buscando donde estacionar. Por suerte hay paciencia y conciencia.

“Conté al menos ciento cuarenta personas o lugares que hacen comida en Salto” nos dice una persona que está vinculada por años, aunque ahora llegando a cuarteles de invierno, al movimiento comercial salteño. Se trata no solo de pizzerías y parrillas, sino de servicios de viandas que luego se reparten por todo Salto. Es un número impresionante, obviamente que no todo el mundo está registrado, sino no se accedería a ciertos precios. Luego se ven las motitos con las bandejitas por todos lados. No solo en lugares de trabajo. Mucha gente sola opta por la vianda para no cocinar, gastar menor gas o energía eléctrica, consumir lo justo y a veces rinde para la noche. Negocio para todos.

Según algunas estadísticas del Ministerio del Interior, los fines de semana hay más llamado al número de emergencia 911 debido a todo lo que implica problemas dentro del hogar. Violencia doméstica, riñas y disputas dentro de las cuatro paredes que salen a la luz por la denuncia. Es que al haber más tiempo en la casa la gente se pone belicosa. En la semana, con trabajo o estudio se disimula, pero cuando se trata de convivir se complica porque ahí aparecen las diferencias, y la poca paciencia. Y vuela alguna olla.

Volviendo al tema del día de la madre, en algunos lugares se terminaron regalos clásicos como los estuches de jabones con colonias o similares, tratando, eso sí ahora luego de tomar conciencia, de no regalar cosas para el hogar asociando la madre al tema del hacer las cosas. Regalar una plancha, una cocina es para que trabaje, un secador de pelo o una ropa es para el disfrute. Que de eso se trata, o se trató. De todas formas han consenso en que es de los días que más generan ventas, superior al día del niño, del padre o del abuelo.