Albisu es el héroe, no el villano…
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Por Mario Kroeff Devincenzi
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mkroeff@laprensa.com.uy

Conocí de cerca los pormenores de la primera delegación uruguaya de Salto Grande presidida por Ramón Vinci. Estaban también el colorado Dr. Benito Solari y el blanco Esc. Alberto Beriau. Delegados blancos y colorados a mucha honra, salteños distinguidos que nos representaban en la CTM, para el armado de la Comisión en tiempos democráticos, la estructura de la Represa y, desde luego, la designación directa de varias personas para trabajar en el ente. Hay muchos nombres conocidos de los hoy jubilados de aquellas épocas doradas y a mucha honra.
Todas las delegaciones sucesivas tuvieron improntas similares, en mayor o menor medida, nombraron personal para la Represa, cargos de confianza y de los otros. También hubo llamados abiertos y concursos para acceder a distintas reparticiones especializadas.
Pues bien, en cuanto a nombramiento de personas, nada nuevo bajo el sol, no se trata de ningún pecado mortal ni conducta sospechosa, ni escándalo en particular, con los cargos nombrados que se le atribuyen al Dr. Carlos Albisu como presidente de la CTM. En realidad no fueron muchos y ni siquiera todos blancos; y después de todo cual sería el problema porque Andrés Lima colocó a mas de 500 en la Intendencia de Salto y no hablo de los concursos realizados en forma espúrea cuando inevitablemente ganaban los candidatos frenteamplistas, a razón de las bolas frías y los diagnósticos truchos. A la Alcaldía de San Antonio le decían el Circuito Monza porque era autódromo italiano de la Familia Ferrari. Todos los parientes del entonces alcalde Ferrari, hoy funcionario de Lima, habían ganado sorteos para entrar en el municipio. De novela…
En otro orden, pero en el mismo tono fue de rigor denunciar el presunto mal manejo de los dineros públicos, referidos al Tesoro de Salto Grande por parte del condenado en forma sumaria y Plaza Pública, estigmatizado al Dr. Albisu, todo fue una bochornosa trampa para tirar abajo la imagen del jerarca y sacarlo del escenario público. Por supuesto que no se trata ni de enriquecimiento ilícito, ni negociados sospechosos, ni beneficios indebidos a proveedores, ni nada por el estilo. El asunto es por fin el criterio fue de abrir la billetera y gastar en función de las necesidades económicas y sociales del departamento y la región. Desde que tengo memoria era una asignatura pendiente del presidente y la delegación el invertir y colaborar concreta y efectivamente de acuerdo a las necesidades no solo de Salto sino también de Artigas y Paysandú en particular. Donación de ambulancias, convenios con instituciones sociales y deportivas para la construcción de infraestructuras básicas, acuerdo con la Liga Salteña de Fútbol para la realización del Campeonato local, mejores edilicias para el Estadio, donaciones varias para asociaciones de atención pública, financiamiento de una Escuela de Periodismo, Polo Educativo con cursos y encuentros patrocinados por la CTM. Y muchas más acciones grandes y pequeñas, que hicieron la diferencia. Se animó a trascender y la quedó, despertó a las fieras...
Nunca vi a nadie que hiciera estas cosas. Es más, el pueblo lo reclamaba insistentemente. Dos temas importantes a tener en cuenta: uno que el presidente de la CTM fuera salteño y no del Sur y otra, que distribuyera generosamente las “regalías de Salto Grande”. Bien, una vez hecho a medida saltó la contra más brutal y agresiva reacción contra Albisu.
El hombre renunció a la CTM en medio del escándalo, una declaración de la Cámara de Diputados y una petición del Presidente Lacalle Pou. Se bajó del caballo para tomar un descanso pero no desensilló, no tuvo rencor ni resentimiento, no habló mal de su partido y su gobierno y lo que es más notable, arregló el apero, acomodó el tranco y siguió adelante con su vocación de servicio. Un buen médico, trabajador y sensible, un político activo y caminador, un administrador comprometido y solidario, que fue electo diputado y que ahora se encamina a la Intendencia de Salto por la Coalición Republicana, tiene serias chances de ganar la partida, echar a los Lima del poder y recuperar el esplendor del viejo Salto.
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