¿Se da cuenta usted que mañana estaremos ingresando en el penúltimo mes del año? Así que, como quien no quiere la cosa, en unos días nada más ya empezaremos a notar ambiente de fin de año, y entre otras cosas, empezaremos a ver vidrieras con adornos de navidad. Estamos en el 31 de octubre y, como cada año, circula la polémica acerca de la pertinencia o no de celebrar Halloween. Es común escuchar -y este año no ha sido la excepción- a gente que se opone con mucha firmeza con algunos de estos dos argumentos (o los dos juntos): que es una fiesta puramente extranjera y que tiene connotaciones oscuras desde el punto de vista filosófico y religioso. Por otro lado, en la vereda de enfrente, están los que sostienen que para los niños no pasa de ser una mera diversión, simplemente una oportunidad para disfrazarse, pedir que les regalen caramelos, etc.

Esta mañana, una habitual lectora de nuestro diario nos hablaba de los uniformes de los liceales. “Ahora ya estamos casi terminando el año, pero sería bueno empezar el año que viene con más rigor en la exigencia de uniforme”, nos decía. Y por supuesto que este es otro tema en el que suelen oírse diferentes campanas, a favor y en contra. Según esta señora, “usar uniforme es una ventaja para todos”, y lo decía pensando en que “las familias se ahorran plata en ropa, porque se usa todos los días el mismo uniforme, se lo lava y listo”.

Pero además nos pedía si podíamos hacer alguna nota opinando sobre el tema, que según ella, “es más importante de lo que muchos creen, por ejemplo porque facilita identificar cuando entran personas extrañas a una institución, y más en estos tiempos donde se ven tantas cosas peligrosas que pasan…”.

Con el tema de la basura no hay caso…Por más que el sistema de recolección funcione regular, bien, mal o excelente, nada es posible si no hay colaboración de la ciudadanía. El comentario viene al caso porque anoche, una persona que vive en zona cercana al Estadio Dickinson, nos enviaba fotos de bolsas de basura rotas y todo desparramado en las veredas. Y nos escribía: “hoy no es día de recolección acá, pero hay gente que saca las bolsas igual, ¿todavía no aprendió cuándo debe sacarla o lo hace de gusto para ensuciar y después criticar?”.

También ocurre que hay quienes dejan en las veredas la basura muchas horas antes que pase el recolector, de esa forma todo queda a merced de perros, caballos, etc. En definitiva, se trata del cuidado de nuestra ciudad, algo que sin duda, debería involucrarnos a todos. Pero, del dicho al hecho…