Desde hace muchos años, que el problema del tránsito en los entornos de escuelas y liceos en horas de entrada y salida a clase es un problema. Pero hay que darse cuenta que el número de alumnos aumentó (me animo a decir que aumenta cada año) igual que la cantidad de autos y motos, eso también creció sin lugar a dudas. Es por eso que hoy deseo hacer pública esta preocupación, que es mía como simple observador, pero sé que también es la de muchísimos salteños. La situación en el centro de la ciudad se vuelve muy caótica. Hay “embotellamientos” permanentes y el peligro para que ocurran accidentes es inminente. Algo hay que hacer urgente.

La semana pasada observé con preocupación lo que pasaba en calle Brasil, en calle Uruguay y en calle Artigas. En esas tres calles solamente, en el centro, entre jardines, escuelas y liceos (públicos y privados) hay por lo menos siete u ocho. En algunos había inspectores al mediodía y a las 5 de la tarde. Entiendo que no puede haber inspectores de tránsito en todos lados, porque también los barrios hay que atender y seguramente no hay suficiente personal. ¿Pero no se podría ver alguna otra medida? Capaz señalizar o marcar algunos lugares donde se pueda subir y bajar niños, y que no sea en cualquier lado. Porque los mismos niños también corren peligro, como lo comprobé en estas observaciones.

Las 8 de la mañana, 12 del mediodía, 1 de la tarde y 5 de la tarde son las horas más complicadas.

No sé si estas líneas que agradezco se puedan publicar en su prestigioso diario pueden ayudar en algo, pero creo que las cosas hay que decirlas, porque después, cuando ocurren cosas graves y nos lamentamos, ya es tarde. “Veterano observador” (J.R.P.B.)