La Prensa Hacemos periodismo desde 1888

El país se ha visto conmocionado en los últimos meses por las estafas piramidales efectuadas por inescrupulosos grupos económicos que amenaza a llevar a  la runa a muchos  uruguayos. Se habla que podrían verse perjudicados más de 7.000, lo cual lleva a comparar con la crisis del 2002, cuando el grupo Peirano colapsó. La situación es de alto impacto porque si bien entre los 7000 perjudicados existen   grandes capitales, la mayoría son  pequeños ahorristas que en  el afán de hacer crecer sus ahorros a tasas mayores que las bancarias, confiaron en estos especuladores, verdaderos delincuentes de cuello blanco.

El sistema que emplearon fue el esquema Ponzi, cuyo creador fue  del estafador italiano Carlo Ponzi, este  emigrante italiano que llegó a Estados Unidos alrededor de la década de 1920, al poco tiempo "descubrió", gracias a un correo que recibió de Italia, que los cupones de respuesta internacional de correos se podían vender en Estados Unidos más caros que en el extranjero, por lo que el tipo de cambio terminaría por producir ganancias. Pero aunque Ponzi estuviera recogiendo abrumadoras sumas de dinero y la gente hiciera colas para confiarle sus ahorros, en realidad Carlo Ponzi no estaba comprando los cupones; estaba pagando beneficios de hasta el 100 % en tres meses utilizando el capital de los sucesivos nuevos inversionistas.

El caso más sonado en los últimos tiempos fue el de MADOFF  quien durante  más de 20 años brilló en Wall Street, llegó a captar clientes de primera línea como Bancos e inversores  europeos que le confiaron más de 16.000 millones de dólares, a pesar que nadie, ni los más expertos en finanzas, podían explicar el éxito de sus inversiones, pero la codicia al más alto nivel los condujo a una ceguera  tal que preferían no interrogarse ni interrogar a Maddoff, quien ante el menor cuestionamiento amenazaba con no recibir la inversión o en su caso devolverla.

El sistema harto conocido sigue funcionando sobre la base de la mentira, es una forma de estafa piramidal que atrae a los inversores y paga utilidades a los inversores anteriores con fondos de inversores más recientes. El esquema lleva a las víctimas a creer que las ganancias provienen de actividades comerciales legítimas (por ejemplo, ventas de productos y/o inversiones exitosas), y desconocen que otros inversores son la fuente de los fondos. Un esquema Ponzi puede mantener la ilusión de un negocio sustentable siempre que los nuevos inversores contribuyan con nuevos fondos, y siempre que la mayoría de los inversores no exijan el reembolso total y sigan creyendo en los activos inexistentes que supuestamente poseen.

Aquí se aprovechó la pantalla del negocio rural para concretar la estafa, pero la corrida fue inevitable, primero cae el grupo Larrarte y empuja al grupo República Ganadera y éste a Conexión Ganadera que llevaba más de 25 años en el negocio. Tal fue el descaro de uno de los directores de Conexión que anunció la absorción de República Ganadera, debía salvar a su colega para salvarse a sí mismo, pero su trágica desaparición y la alarma pública hicieron imposible la nueva maniobra.

Ahora solo quedan pérdidas  de ahorros de ciudadanos uruguayos y la burocracia de los juicios para tratar de recuperar lo irrecuperable.

Que nos sirva de experiencia,  cuando Maddoff  todos pensaron que no iba a volver a pasar, y pasó.

Comentarios potenciados por CComment

Ranking
Recibirás en tu correo electrónico las noticias más destacadas de cada día.

Podría Interesarte