La Prensa Hacemos periodismo desde 1888

Viste esos días en que no sabés para qué lado salir. Bueno, era eso, un tío muy querido, muy viejito, rumbo a los cercanos noventa años, casi sin movilidad y problemas de oído. Entonces, aún trabajando yo en la Intendencia de Salto tomé el teléfono y llamé al doctor Carlos Albisu. "Hola, como andás, todo bien...", "Sí, todo bien por acá", contesta el galeno. "Mirá, tengo un tío complicado por el tema de oídos, una persona muy mayor, una persona que no sale de su casa, ¿podés ir?". "Sí, claro, dame la dirección, salgo de la consulta en el Centro Médico y paso". "Bien, gracias".

"¿Cómo anduvo todo?", interrogo a mi tía, la esposa del hombre atendido. "Excelente, estuvo el doctor Albisu, no me quiso cobrar nada, un  lujo el hombre, dice que después habla con vos". "Bien, dale".

Cuando lo llamé a Albisu se puso a las órdenes de nuevo. "Cualquier cosa llamame", dice el hoy intendente electo de Salto.

Eso sí, cuando le pregunté cuánto le debía me dijo de todo. "Estás loco, qué te crees, dejate de joder, no me rompas... por favor, cualquier cosa me llamás de nuevo".

En un ratito me puso en órbita.

Ese día aprendí algo, aprendí la grandeza de un tipo que vive así, ayudando. Lo dijo Luis Lacalle Pou, "este hombre no se saca nunca el estetoscopio", y es así, lo viví en carne propia, Albisu usa la medicina para ayudar.

A mi me lo demostró en la cara. Si era por votos no tenía mi voto, en esa época la persona atendida no salía de la casa por problemas de movilidad por lo que no lo iba a votar, por caso por agradecimiento y la señora, mi tía, es blanca de toda la vida por lo que ese voto ya lo tenía. Y no me cobró ni un peso o sea que tampoco lo hizo por plata.

¿Por qué lo hizo? Lo hizo de buena gente que es nomás, pero cuántos salteños pueden hacer historias como estas de un tipo que agarra sus aparatitos y sale a dar una mano a lo que venga, que si tiene que atender un gurí demora todo lo necesario y un  poco más, ese hombre, al que una campaña vil del Frente Amplio estigmatizó como que en Salto Grande se hubiera armado una cueva de delincuentes.

Y Albisu puede haber cometido errores, quién no, pero todo Salto sabe, y no necesita de este Editorial, que es un buen tipo, todo Salto sabe que se apoya en la medicina para hacer el bien, todo Salto sabe que ganó un hombre derecho y de bien, todo Salto sabe que lo insultaron sin sentido y sin argumentos, todo Salto sabe que este médico ama a su tierra como nadie y que ahora se le presenta a un gran desafío.

Injustamente se atacó mal a este hombre al que le mandaron hasta el presidente Orsi, que no se sabe a qué vino a Salto porque en realidad no tenía casi nada que hacer sino arengar a la barra, para ganarle a Albisu.

Hay una marca de Albisu que no se debe soslayar y es su talante, como decía, y volviendo a Lacalle Pou, nunca habla mal de nadie, nunca levanta la voz, nunca insulta a nadie, por más que si habrá tenido motivos.

Uno, que ha estado en los dos lados del mostrador, se alegra de que una probada buena persona llegue al sillón de Marcelino Leal, no con pocos desafíos. Lo más importante ahora, y yo lo digo con conocimiento de causa, es el nivel del entorno, para que el terrajerío no termine dominando de nuevo a un jefe comunal.

 

Comentarios potenciados por CComment

Ranking
Recibirás en tu correo electrónico las noticias más destacadas de cada día.

Podría Interesarte