Educación en 2022 casi un 7% de jovenes dejo de asistir
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Por Lic. Fabian Bochia
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ffbochia@holmail.com
Los datos aportados en relación al rezago y la desvinculación sugieren que estudiantes estaban escolarizados en 2016 pero, se encontraban rezagados, mientras cursan 1ero o 2do grado en la Educación Media Básica son elocuentes.
“Se ubicó aquí el 20.4% de la cohorte”. Mientras que el “11.5% de la cohorte” agrupa a los estudiantes que no registraron matriculación en la educación formal en 2016, al tercer año del egreso de primaria. (ANEP, 2021).
Teniendo en cuenta lo anteriormente expresado, se puede observar la relación directa entre las trayectorias en Educación Primaria y el posterior desempeño de los estudiantes en la Educación Media. El impacto que implica esto, conlleva en un mayor riesgo de rezago e, incluso, deserción educativa. Sin embargo, también se ven involucrados otros factores. Por ejemplo, factores familiares y factores sociodemográficos.
Comprender el fenómeno del fracaso escolar, va mucho más allá de conocer los índices de repetición, deserción o retraso escolar, principales indicadores en que se expresa dicho fracaso. La disminución de esta compleja problemática socioeducativa, requiere y exige profundizar en las condiciones y factores que la afectan y determinan desde un enfoque integral y multidisciplinario.
El éxito o fracaso de los estudiantes son procesos complejos en los cuales confluyen diversos factores, entre ellos están los individuales, familiares, sociales, materiales y culturales. Los mismos se refuerzan y relacionan simultáneamente. Asimismo, las condiciones estructurales y materiales de vida, las características socioeconómicas de los grupos sociales, las pautas culturales de las familias y las comunidades educativas, determinan el desarrollo de actitudes, expectativas, acciones y comportamientos que no siempre favorecen el éxito escolar de los jóvenes.
Es posible clasificar a este conjunto de factores en dos grandes categorías: factores exógenos y factores endógenos al sistema educativo. Es decir, que existen factores de carácter material estructural, y factores relacionados a cuestiones políticas y organizativas, y por último, factores de índole cultural. Esta multiplicidad de factores permite entender las diferencias en las trayectorias educativas de los estudiantes.
En Uruguay concretamente, los factores endógenos internos incluyen la falta de apoyo para estudiantes con dificultades para aprender, los problemas de conducta, el índice de repetición en primaria/secundaria, la oferta homogénea y única en educación secundaria, y la falta de interés y desmotivación. Al igual que factores exógenos externos como los bajos ingresos familiares, la combinación de trabajo y estudio, las experiencias laborales sobre las trayectorias educativas, el entorno sociocultural del establecimiento educativo, problemas de la estructura familiar, las expectativas de la familia sobre proyecciones educativas del hijo/a, el clima educativo familiar, la salida temprana del hogar (vida en pareja, maternidad o paternidad), pertenecer a un grupo de pares con experiencia o decisión de abandono, contexto geográfico, una baja valoración de la educación como herramienta desarrollo y mejores ingresos, entre otros factores.
Venimos analizando cómo impacta en la vida social, económica, laboral de las personas y por ende de la nación, el abandono educativo o el rezago que terminan haciendo un daño que quizás no dimensionamos en su justa medida.
Tomando en consideración, la importancia del mercado laboral como un área clave para la economía del Uruguay. Pues, en la actualidad es uno de los espacios en donde gran parte de las personas se desarrollan personal y profesionalmente. Una de las principales tendencias de largo plazo del mercado laboral en Uruguay se caracteriza por la brecha laboral generada en perjuicio de mujeres y jóvenes.
Particularmente observando en caso de los jóvenes, se ha observado que para los menores de 25 años se ha conformado una brecha importante entre tasa de empleo y desempleo con relación a los mayores de 25 años. Pues, en los últimos años se ha identificado que existe un importante problema de desempleo en la población de entre 18 y 24 años en comparación con otros países y esta dificultad se ha visto agravada por el bajo nivel de finalización de la educación media que existe en Uruguay.
Es importante considerar que una de las causas del abandono educativo es, en muchos casos, el ingreso al mercado laboral. En este sentido, los adolescentes y jóvenes, sobre todo aquellos que necesitan obtener un empleo, deben tomar la decisión de continuar estudiando o insertarse al mercado laboral. Pues, muchas veces no les es posible realizar ambas actividades de forma simultánea. Consecuentemente, esto genera un gran interés a nivel nacional e internacional por sus efectos sociales y económicos negativos.
Por otro lado, según los datos del Panel de Juventudes ENAJ 2018-2022, dentro de los adolescentes de entre 16 y 19 años que asistieron a la educación formal en 2022, casi un 7% dejó de asistir en algún momento del año. Las causas de dicha decisión se centran en dos aspectos principales. En primer lugar, “el desinterés en el nivel o la temática de lo que estaban cursando y el planteo de cambiar o aprender otras cosas”.
Adicionalmente, un 15,6% de estos adolescentes directamente no se inscribieron en la educación formal en 2022. En este caso, se encuentra un orden inverso en los motivos de esa decisión: el más mencionado es la búsqueda, la continuidad o el ingreso a un trabajo, mientras que cambiar de carrera o volcarse a la educación no formal se encuentra en un segundo lugar (INJU, 2023).
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