El programa ECE (Educación en Contextos de Encierro) tiene como objetivo garantizar el acceso a la educación para las personas en privación de libertad en Uruguay, siendo la única política pública educativa que se ocupa específicamente de este sector, entre los años 2010 a 2017.

Esta iniciativa busca asegurar que todos los individuos, independientemente de su situación de encierro, puedan ejercer su derecho a la educación, lo que incluye la posibilidad de cursar tanto la educación básica como la superior, incluso en niveles universitarios. El programa no solo ofrece la oportunidad de continuar con los estudios, sino que también promueve la formación integral, impulsando el desarrollo académico, social y personal de las personas privadas de libertad. En este sentido, ECE se convierte en una herramienta clave para la reinserción social, ya que fomenta habilidades y conocimientos que pueden facilitar la integración a la vida en libertad y reducir las tasas de reincidencia.

El programa de Educación en Contextos de Encierro (ECE) de Uruguay, gestionado por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), busca garantizar el derecho a la educación de mujeres privadas de libertad, brindando educación secundaria formal en cárceles, tanto en nivel básico como avanzado. Este programa es el resultado de una colaboración entre la ANEP y el Ministerio del Interior, diseñada para promover la rehabilitación y reintegración social de las personas encarceladas, en particular en las cárceles femeninas que enfrentan condiciones y necesidades específicas, sobre todo para madres.

Históricamente, el sistema penitenciario no contemplaba las necesidades de las mujeres, y aunque el programa ECE marca un avance, aún existen desafíos. El estudio revela que el entorno carcelario dificulta la implementación efectiva del programa, ya que las internas suelen ver la educación más como una vía para reducir sus condenas que como una oportunidad para el desarrollo personal. Además, problemas de coordinación entre instituciones y las limitaciones del contexto penitenciario complican el trabajo docente, generando tensiones y afectaciones en los educadores. Si bien el ECE abre oportunidades educativas, existen barreras significativas que limitan su efectividad, señalando la necesidad de mejorar la coordinación institucional y adaptar el enfoque educativo para satisfacer mejor las necesidades de las mujeres privadas de libertad, especialmente las madres.

El programa de Educación en Contextos de Encierro (ECE), gestionado por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) en Uruguay, tiene como propósito garantizar el derecho a la educación de las mujeres jóvenes y adultas privadas de libertad. Este programa es fundamental porque es el único en el país que ofrece una acreditación formal para la educación secundaria, tanto en su nivel básico como avanzado, dentro de las cárceles.

De esta manera, el ECE asegura que las personas encarceladas puedan continuar su formación académica, pese a su situación de privación de libertad. La implementación del programa ECE representó una reforma profunda en el sistema penitenciario, ya que requirió una estrecha colaboración entre la ANEP y el Ministerio del Interior. Este esfuerzo coordinado permitió no solo crear las condiciones necesarias para impartir educación en las cárceles, sino también integrar este derecho en las políticas públicas de rehabilitación y reintegración social de los presos. A través de esta reforma, se buscó no solo proporcionar acceso a la educación, sino también crear un entorno en el que las personas privadas de libertad pudieran desarrollar habilidades y conocimientos que facilitaran su reinserción en la sociedad una vez que cumplieran su condena.

En cuanto a la distribución de los centros penitenciarios, si bien la mayoría de las cárceles uruguayas alojan tanto a hombres como a mujeres, existen dos establecimientos específicos para mujeres. Uno de ellos está destinado a aquellas que conviven con sus hijos, y el otro acoge a mujeres sin hijos, albergando a una cantidad significativa de mujeres presas. Este detalle es importante porque las condiciones en las que se encuentran las mujeres encarceladas, especialmente las madres, requieren atenciones y recursos específicos, que el programa ECE busca abordar mediante la inclusión de políticas educativas adaptadas a sus realidades.