Siempre consideré que la Intendencia debe ser una palanca de desarrollo para el departamento y no un objetivo en sí.

O usar a la Intendencia como un objetivo personal. Pero una de las lecciones que nos ha dado Andrés Lima y queda para el futuro de los salteños es el desparpajo en el uso de las estructuras municipales para hacer política personal, ni siquiera política partidaria. El Frente Amplio, como fuerza principal del Uruguay tiene la sagrada misión de depurarse y no mirar para otro lado, debe tener la solvencia moral de desprenderse de la hojarasca y mirar con otras perspectivas para el futuro.

No es fácil pues la estrategia de Lima fue copar todo, la intendencia, la Junta Departamental, la diputación, la presidencia del FA para moverse tranquilo en el departamento y así forzar todos los mecanismos de la democracia. Un edil es un legislador departamental que tiene la misión de legislar y de controlar al Ejecutivo, sea del partido que sea. Pero claro, si cada edil coloca un familiar en la intendencia después está atado de pies y manos. No es que Lima descubrió la pólvora, pero llevó a límites demasiado lejos todo eso.

Claro que ahora se le va a hacer difícil pues muchos de los que le aplaudían las estupideces, ahora, sin cajero, o sin grados, o sin monotributos le van a empezar a ver los defectos. Como dicen muchos, el partido del cajero comienza a decaer, es cierto, pero de todas formas lo hizo y mucho tiempo, y aleccionó a la barra. Yo mismo soy un ejemplo malo para sus huestes, seguramente les mostró lo que les pasa a los que no se inclinan y le dicen todo que sí, a los que lo cuestionan de adentro. Fui un chivo expiatorio para la barbarie, y en cierta medida les mostré el camino a los que tienen personalidad e ideas propias.

Ya hablamos del caso de Sergio García Da Rosa, un gran dirigente de Constitución respetado en todo el interior pero Lima le dio un portazo para el segundo mandato y se quedó con Álvaro Gómez que paseaba con el diputado Lima con una incomprensible valija viajera, un engendro propio del legislador que no se sabe qué hace ni que dice, está ahí, a la sombra del hermanito para ver si lo saludan por obligación, todo en camioneta de la Intendencia y mostrando esas "genialidades" en notas que pagamos todos.

Cómo perder a un hombre del nivel de García Da Rosa, solo en la cabeza de Lima.

Muchos podrán decir que esta vez se sacaron los mismos votos, o cien más, y es cierto pero del otro lado hubo paliza y además los votos de la izquierda están forzados con designaciones directas, monotributos y cooperativas. Esa gente quizás solo volverá a votar a los Lima ante un mar de promesas, pero de todas formas esa fuerza de militar y militar a cambio de algo, de una dádiva del Estado, comenzará a pagarse y tendrá los verdaderos votos que pueda alcanzar con un discurso mediocre, chato y mentiroso.

Queda el FA bastante huérfano de líderes en Salto. Más con un partido Nacional que tiene nítido al doctor Albisu, a Pablo Constenla, Carlos Silva, Facundo Marziotte. Un sólido Marcelo Malaquina en los colorados.

¿Qué hará el FA? Por edad llegan los Lima, sin la Intendencia para meter gente y prometer cargos se les empieza a caer la careta. Además esos desvaríos de ser candidato a la presidencia viajando por todo el país para cosechar un puñadito de votos también habla de que esta gente necesita un baño de realidad, que se las dio las urnas porque el entorno, preocupado por el cajero, les aplaudió todo, incluso cuando se iban derecho al precipicio, y mientras caían seguían los aplausos. Pobre gente, solo eso lograron.