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Estaba leyendo en estos días y escuchando los informativos radiales y televisivos que daban cuenta del llamado al DIALOGO SOCIAL, (uso mayúsculo para resaltar la importancia que se le estaba dando). Se debatía en relación a las actitudes que tuvieron los distintos operadores políticos en relación a su participación. Se elogiaba la presencia de algunos sectores partidarios que adherían al DIALOGO SOCIAL a pesar de que la opinión mayoritaria de su partido era contraria a participar, concretamente los aplausos estaban dirigidos al Intendente de Paysandú, (entre otros). Cabildo Abierto, (partido en extinción), fue el primero en levantar la mano y tratar de que se le considere alguna de sus peregrinas ideas, que no tuvieron aceptación ni en el gobierno ni en la población en general.

El fundamento del llamado es que “Uruguay atraviesa importantes transformaciones demográficas y sociales que colocan el tema de los cuidados, la protección y la previsión social en el centro del debate sobre el bienestar. Desde una perspectiva de curso de vida, el país debe continuar desarrollando su sistema de protección social superando la fragmentación e inequidades actuales, con la solidaridad como pilar central. En ese marco, el Diálogo Social se concibe como un ámbito para alcanzar los acuerdos más amplios posibles entre el Poder Ejecutivo, los partidos políticos y los actores sociales más representativos sobre la protección social del mañana”.

En buen romance lo que pretende el gobierno con el DIALOGO SOCIAL es tratar los problemas más acuciantes del país con la participación de todos los sectores, obreros, estudiantes, académicos, sindicatos, partidos políticos, la mayor representatividad política para contar con el apoyo necesario e impulsar las reformas que el país reclama, es en definitiva una expresión de democracia directa, aún mayor que la griega donde no todos participaban, habían grupos excluidos, aquí, a la uruguaya, participarían todos. Se resolvería sobre una infinidad de temas que van desde la seguridad social (que ya se resolvió), economía, educación y seguridad (entre otros).

Ya tuvimos experiencias fallidas de estos diálogos sociales, mucho ruido y pocas nueces, ahora el FA, ante una serie de marchas y contra marchas de sus proyectos, de renuncias de Ministros, Directores de Entes Autónomos, del avance constante de la delincuencia, de la pobreza infantil, de la deserción escolar etc. pretende una solución acordada entre todos, cuando es consciente que ese acuerdo no llegará, es tirar la pelota para la casa del vecino, ganar tiempo mientras encuentran el rumbo que parece no tenían.

La sanata, es una forma de expresión humorística originada en el Río de la Plata, especialmente vinculada a la cultura popular argentina y uruguaya, que se caracteriza por el uso de un discurso extenso, exagerado, y muchas veces inverosímil, cuyo objetivo no es necesariamente comunicar un contenido real, sino impresionar, divertir o confundir al interlocutor. En esencia, la sanata es el arte de hablar mucho diciendo poco, con gran despliegue de palabras, retórica y creatividad, pero sin sustento factual sólido.

Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

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