Es muy preocupante pero legítimo, ganaron las elecciones limpiamente y a llorar al cuartito. El gobierno actual, el sentir de su presidente y ministros es diametralmente opuesto a sus antecesores, hay dos mitades expuestas, que mucho me temo ganarán las elecciones alternativamente y harán cíclicos los vaivenes del destino nacional. Para un lado y para otro y seguramente los zapallos se irán acomodando al azar en la caja del camión de acuerdo a cada conductor de turno, no hay más remedio hasta que no haya mayorías seguras y continuas que consoliden los cambios y los rumbos para el lado que correspondan.

La geopolítica de moda en América Latina es la foto que circula en los medios y redes sociales de los presidentes de Brasil, Colombia, Chile, Uruguay y Bolivia, juntos, sonrientes, en tono informal, la patota progre que representa la actual correlación de fuerzas en el continente, de la que desde luego está afuera Estados Unidos, y bien lejos, la Argentina Libertaria de Javier Milei.

Y los primeros cambios de esta alianza están dados en la Organización de Estados Americanos (OEA), por primera vez en la historia nombraron a un Secretario General del Caribe, Albert Ramdin, afín a los nuevos lineamientos de la organización, por supuesto bien diferentes a los de su antecesor, Luis Almagro (ex canciller uruguayo del gobierno de José Mujica) e incluso del delegado uruguayo Washington Abdala, también removido de su cargo internacional y sustituido por un aliado progresista del MPP.

La agenda renovada de la OEA pretende un dialogo constructivo con la Venezuela de Nicolas Maduro y desde luego el desconocimiento del presidente electo democráticamente de aquel país Edmundo González Urrutia. Ni Venezuela es una dictadura ni Maduro un dictador.

Además, el bloque continental se acercaría más al grupo terrorista Hamas y al pueblo de Palestina al tiempo de criticar las acciones negativas del estado de Israel.

Y finalmente, no es lo único sino solamente un mero ejemplo de tres políticas significantes, acercarse cada vez más a la intervención y la amistad de la República de China en los asuntos latinoamericanos, y sobre todo una posición contrapuesta a los intereses y objetivos de Estados Unidos en la región. Pues bien, dale que es tarde con China en materia de inversiones e influencia directriz para la zona latina del Rio Branco hasta Tierra del Fuego.

Esta foto y sus consecuencias es nefasta. Estados Unidos cada vez más lejos y Argentina también, veremos como nos va a los dos bandos, uno es más discursivo y simbólico, como siempre son los asuntos del perfecto idiota latinoamericanos al decir de Luis Alberto Montaner que habla mucho de los pobres y de la calidad de vida del pueblo, pero lo único que hace es enterrarlos bien tapados y conducir a los países a una condición paupérrima y caótica, eternamente enfrascados en una guerra de culpables ajenos con militantes obnubilados de las causas propias y perimidas. Y el otro más concreto y realista, basado en el comercio internacional, la producción con tecnología, la inversión productiva, la desregulación de la economía, la competencia y el esplendor de la libertad en todos sus aspectos.

En otro orden, una ministra de Vivienda, Cecilia Cairo, que inaugura su gestión en el medio de un asentamiento (así como lo leyó) y dice que el pilar de su gestión será escuchar mucho y siempre. En vez de tanta pavada demagógica un poco de austeridad y sencillez republicana, que empiece por hacer más y hablar menos, y que se dedique más que a oír los reclamos de los sin viviendas (me imagino que a ellos se refiere) a pedirle al Ministro de Economía Gabriel Odone que le libere los recursos que necesita para hacer las casas y apartamentos que precisa, a ver si le dan bolilla o sino mala suerte, será otro round ganado por el fracaso voluntarista y populista del progresismo nuevamente en el poder. Así nos irá…