Migración, Uruguay y su contexto (II)
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Por el Lic. Fabián Bochia
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fbochia@laprensa.com.uy
Venimos analizando el papel de las migraciones en nuestro país a la luz de diferentes acontecimientos. Por ejemplo la crisis económica del año 2002 en Uruguay, conlleva una fuerte oleada migratoria, de Uruguay hacia otros destinos, pero esta vez los emigrantes tienen como principal destino, ya no Argentina, la cual se encontraba también en una crisis económica, el destino ahora es España y en menor medida Estados Unidos, y se observa en el año 2006, que estos países concentraron casi el 70 % de los emigrantes recientes.
Lo que se nota, es el lento y paulatino envejecimiento de la población, en los intervalos censales. Este envejecimiento continuó acentuando, y esto lo demuestra el Censo del 2011. Según datos del Censo Nacional 2011, el 14 % de las personas tienen más de 64 años de edad, en una contraste evidente, con los datos del censo del año 1963, el cual arroja un resultado de una población de 64 años o más de un 7,6 %, y en el censo del año 2011 era de 14,1%.
Este envejecimiento poblacional, es constante en todos los departamentales con algunas diferencia entre sí, marcada entre otras razones, por la migración interna, de los departamentos que se ubican al Norte del Río negro, hacia los departamentos del sur y costa atlántica.
Pero tal envejecimiento de la población entre Departamentos no tiene grandes diferencias y es elevada en todos ellos.
Se puede inferir que la esperanza de vida crece aproximadamente un 5 % cada 20 años, teniendo matices entre mujeres y hombres. Siendo la expectativa de vida de las mujeres 7 años mayor que la expectativa de vida de los hombres.
Aquí un factor muy influyente en el envejecimiento de la población, que en el Uruguay es tema recurrente en diferentes ámbitos social y político.
La Baja Tasa de Natalidad: Nacen menos niños de los que podría nacer. Como resultado de la alta expectativa de vida y la baja tasa de natalidad, da como resultado un crecimiento vegetativo escaso y estos últimos años, es de destacar que se ha acentuado la baja del número de nacimientos.
Pasó de tener 49.000 nacimientos vivos en el año 2015, pasó a 32.000 nacimientos vivos, o sea, en 7 años tuvo una baja de unos 17.000 nacimientos vivos.
Uruguay se encuentra en su mínimo histórico de su Tasa de Fecundidad. Para Uruguay, el valor del crecimiento vegetativo va de 17,41 nacimientos vivos por cada mil habitantes en 1963 a 10,34 nacimientos vivos por cada mil habitantes en 2011. Para una mejor referencia en el año 2018 hubo 2.897 nacimientos menos que en el año 2017.
La emigración de jóvenes: Son los que biológicamente pueden tener hijos y por tanto, aportar a la natalidad, restando población al momento de la emigración, y la posibilidad de nuevos nacimientos dentro del Uruguay.
Esta emigración de jóvenes, que no procrearán dentro del país, es un elemento importante que afecta a la Tasa de Fecundidad, ya que son varones y mujeres incluidas en el grupo de jóvenes.
Esta Tasa de Natalidad que se ubicó en 1,4 % para el año 2020, que venía en descenso desde hacía varios años, y para el año 2022 en un 1,28 %. Lo que significa que en Uruguay nacieron menos personas de las que murieron, llevando a un Crecimiento Vegetativo Negativo.
El Uruguay se encuentra en una coyuntura difícil en el ámbito de la demografía, lo que le traerá en un mediano plazo problemas en el entramado social, ya que la alta expectativa de vida y la baja tasa de natalidad y por tanto una baja tasa de personas en edad productiva, serán más los pasivos que los activos, en términos de mano de obra.
Como se pudo ver, la emigración de jóvenes, la baja tasa de natalidad, lleva a una población longeva, que requeriría políticas de estado a mediano y largo plazo, políticas de estado no exentas de debates y contradicciones, pero que no pueden esperar mucho tiempo.
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