Ni unos ni otros…
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Por Mario Kroeff Devincenzi
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mkroeff@laprensa.com.uy

El amiguismo y la prebenda como método de hacer política para asegurarse el poder, conseguir militancia y votos. Dos casos actuales y concretos de la Dinastía Lima para perpetuarse en el poder pero al final inútiles, que dejan una pesada cruz para cargar en la nueva administración.
Uno es el tema de los mentados 293 trabajadores ingresados a la intendencia y que, mediante convenio colectivo perpetrado por el gremio cogobernante y cómplice comandado por Cholin, pretenden continuar en sus cargos tras vencimiento de los contratos. Todos son punteros políticos del Frente Amplio y los Lima, o blancos y colorados vendidos al mejor postor del aparato político de la izquierda en el poder.
Suele ser efectiva la metodología, dar puestos de trabajo más o menos remunerados es miel para las moscas, es difícil competir desde el llano en esas condiciones, por eso el oficialismo de turno siempre es un formidable contrincante electoral. Pero el costo económico de tal método al extremo de no poder pagarlo en forma sostenible además del escándalo político que puede sobrellevar por otros actores y la prensa en particular. Pasó ahora, más tarde que nunca, Carlos Albisu y el Partido de la Coalición ganó, Álvaro y Andrés Lima del Frente Amplio perdieron.
Sin ambigüedades ni pelos en la lengua digo que esta gente fue designada a dedo y eran militantes del régimen, sin ninguna excepción. Y eran muchos, junto con la enorme plantilla de personal se llevaban la mayor parte del presupuesto para su financiamiento. Estas personas significan 700 mil dólares mensuales, unos 10 millones anuales y 50 millones en el quinquenio. Punto, no hay más discusión. No hay más remedio, esta pobre gente sabía a lo que estaba en juego, militaron por Lima para quedarse, para retener sus puestos, pero perdieron, se les terminó la beca en la intendencia. Ya está... fin de la historia.
Otro caso es el de las Cooperativas de Vivienda que esperaban terrenos y canastas de construcción a cambio de militancia, presencia en actos y un caudal de votos determinados. Muchas cooperativas se identificaban con tales o cuales listas del conglomerado Lima para marcar los votos prometidos. Mano de obra barata, cantidad de gente movilizada, ruido a montones a cambio de terrenos municipales, solo en comodatos y otros sin servicios básicos, una ilusión efímera, un espejismo, que distaba de la construcción de viviendas efectivas. Y muchos todavía esperando las soluciones prometidas, los sueños a cumplir.
En otros casos, las Cooperativas en su sueño de vivienda propia compraban los terrenos con los préstamos bancarios correspondientes, y las construían con su esfuerzo. No le pedían nada a los políticos, a lo sumo gestiones para agilizar trámites u obtención de obras públicas laterales, iluminación y saneamieto. Y eran tan humildes y necesitados como todos, como cualquiera de los cooperativistas del medio.
Resulta que ahora, estas Cooperativas que quedaron colgadas, que no obtuvieron nada luego de tanto clientelismo político, se presentan al nuevo gobierno pretendiendo soluciones y una esperanza de camino abierto a terrenos municipales. Admiten el derrotero hasta el presente, reconocen el servilismo practicado con los Lima, como si eso los redimiera de los pecados cometidos. Y de vuelta el regalito a la Coalición Republicana y al intendente Albisu. No hay todavía política de vivienda diseñada y en marcha. No hay terrenos con servicios para entregar discrecionalmente y sin intervención de la Junta Departamental, como correspondería. No hay manera legal y moral de competir deslealmente con otras cooperativas que compran legalmente sus terrenos privados en cualquier lugar disponible de la ciudad mediante los créditos hipotecarios en el mercado. ¿Por qué darles regalados a unos y a otros no…?
Una gracia bárbara: aquellos empleados se quieren quedar y estos cooperativistas quieren sus terrenos. Que vayan hablar con Andrés y Álvaro Lima, que quizás puedan tener soluciones… Seguramente les prometan algo a largo plazo si es que se suman a la próxima campaña electoral pro-retorno de los Lima a la intendencia de Salto y entonces capaz que de vuelta les creen.
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