E.ducate Uruguay, una ONG sin fines de lucro, fue fundada en el 2009 con el fin de reducir la “brecha de oportunidades” entre los niños del campo y los de la ciudad, habiéndose identificado la realidad de que las oportunidades educativas, salidas didácticas y de acceso a los materiales o tecnologías no estaban distribuidas equitativamente cuando se pone el foco en el niño de contexto rural.

En entrevista con LA PRENSA, Cecilia de la Paz, Directora General de dicha ONG nos cuenta el trabajo que han venido desarrollando, en particular en escuelas rurales de Salto.

“Nuestra ONG, en lo que trabaja es en el desarrollo de proyectos que ayudan al maestro a que el niño genere un vinculo afectivo y efectivo con el aprendizaje. Tenemos proyectos en áreas de ciencia, comunicación, lectura y ahora estamos lanzando un proyecto de escritura para los departamentos de Salto, Soriano y Florida”

¿Concretamente en Salto en qué escuelas van a trabajar?

“Concretamente en Salto estamos trabajando ya desde hace 4 años en torno a 11 escuelas y con 18 docentes. Hemos trabajado en lo que son ciencias, en el proyecto ‘Leer es un viaje’ que busca el desarrollo de la habilidad lectora, en la motivación de ese hábito en los niños. Un proyecto que co-diseñamos con especialistas de Nueva Zelanda y que En Salto tuvo tres etapas del proyecto. Ahora estamos con el proyecto de escritura.

Además del diseño de esos proyectos, nos encargamos de la entrega de materiales necesarios para llevarlos adelante, herramientas básicas como pueden ser libros físicos, pero también otros materiales como cuadernos de trabajo, microscopios y sensores digitales en el caso del proyecto de ciencias, también proveemos de un baúl lleno de materiales para la motivación de la lectura. Vamos profundizando en las didácticas para vincular primero lo afectivo, para que el niño se sienta motivado en aprender y luego un vinculo efectivo para que el niño desarrolle ese aprendizaje que nosotros procuramos. Trabajamos con las escuelas rurales en la búsqueda de una mejora de la calidad de la educación, y lo hacemos muy vinculados al sistema, con la Dirección Nacional para la Educación Rural, pero esto es totalmente gratuito para las escuelas, tanto el diseño de los proyectos como los materiales."

¿Como se financian?

"En el caso de Salto, nos financia la Fundación USMEM, cuyos fondos son originarios de Holanda por medio de uruguayos que trabajan con esa fundación en nuestro país. Principalmente hay dos tipos de organizaciones, las que se dedican fundamentalmente a recaudar fondos de diferentes países como puede ser el caso de USMEM, ReachingU o de Ave Fénix; después hay organizaciones, como la nuestra, que son las que aplicamos esos fondos, implementando en determinado contexto, dentro de un marco de trabajo los proyectos.

Ya hemos trabajado con más de 400 escuelas en todo el país, actualmente lo estamos haciendo con 80 escuelas de todo el Uruguay. Tenemos una generación que nosotros llamamos ‘Los Graduados’, que son maestros que ya han estado con nosotros más de tres o cuatro años y que luego de realizare nuestros proyectos los incorporan en sus formas de enseñar y desarrollan por sí mismos un kit de enseñanza muy diferente a lo que tiene un maestro rural común."

¿El foco está en el docente entonces?

"Nuestro foco está en diagnosticar cómo los niños aprenden mejor, poder dilucidar como hacer rendir mejor el tiempo que nosotros -los maestros- compartimos con los niños. Identificar los problemas en cosas prácticas y cómo enfocar soluciones a esas dificultades. Por ejemplo, cuando vemos que un niño cuando va a compartir un conocimiento que adquirió, lo dice de memoria, lo recita. Si se lo preguntas en otro contexto no lo pude compartir, entonces es un conocimiento muy frágil. Entonces nos planteamos cómo podemos desarrollar un proyecto que acreciente el vocabulario, que se pueda pararse frente a una audiencia y compartir lo que sabe. Así hemos desarrollado proyectos como “Ver para Aprender” o “Zona de Exploración, donde los niños tiene que compartir un documental que él es protagonista, produciéndolo o dirigiéndolo. Cada proyecto tiene de 6 meses a un año para diseñarse e implementarse, lo hacemos con técnicos uruguayos, a veces maestros jubilados, o que trabajan en programas de gobierno, pero apoyados también con especialistas del extranjero en aspectos que nos parece que Uruguay aún no ha avanzado mucho.”