El antiguo pero siempre vigente trabajo de la costurera del barrio  “arregla todo” tomo otra ambiciosa y audaz dimensión de la mano de Beatriz Berazza a la que se sumó su hija Antonella, que acaban de poner pie en Montevideo con su propuesta denominada:  “Arreglarte”.

La actividad,  no es una novedad, pero si es practica y se ubica en la realidad, de que hoy, aquella ama de casa que cocinaba, tejía y cosía atendiendo las necesidades familiares, esta en otros trabajos más redituables y acorde con su vocación y esta vida moderna tan agitada y apurada.

Pero los problemas de prendas que se necesitan acomodar, reciclar es permanente y actual como ha sido siempre. Porque la prenda que se compró es más larga y debe acortarse, o aquella prenda que amamos y usamos casi eternamente, sufrió la rotura de un cierre y alguien debe cambiarlo como también el forro de una prenda antigua, que es todavía posible de usar y  que por esas locuras de la moda, se torno novedosa, con algún detalle que hay que sumarle, para estar a tono y ser “original”.

Todo ello, es parte de la propuesta de lo que aquí se conoce y se promociona por alguna emisora radial, como  “el taller de Angelita”, madre de quien ahora, siguiendo sus pasos, apunta a un trabajo más empresarial y profesional.

La novedad en este emprendimiento, es que se extendió a Montevideo, donde la mayoría de las mujeres hace rato que dejaron de lado las máquinas de coser, el hilo y la aguja.

Y el olfato de esta señora, vio en ese servicio, una posibilidad de trabajo, de servicio, que hoy tiene una demanda creciente.

Y si aquí el servicio funciona y muy bien, porque no aprovechar una situación similar pero con un mercado más amplio y que seguramente paga mejor que en Salto.

Algo que  mereció, con su inauguración en salón en el barrio de Pocitos, fuera descubierto y mereciera una nota por  “lo novedoso” del emprendimiento por el diario  El País.

El servicio, allí se detalla, apunta al de  arreglos,  que van desde el citado cambio de cierre, dobladillos, ajustes en pantalones y sacos y transformación de prendas.

Los planes son mas ambicioso apuntando en el futuro a generar “franquicias” y hasta instalarse en  “islas” de los shoppings,  para ofrecer  arreglos exprés, es decir en el momentos, por una emergencia sufrida…

La idea, recibió en su momento, el apoyo de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) que  le otorgó un capital semilla por un monto equivalente a US$ 25.000 para que pudiera instalarse en Montevideo este año.

Un negocio a pruebas de crisis

Sin duda y cómo bien expreso su ideóloga: ”es un negocio a pruebas de crisis». Es que en tiempos de bonanza los arreglos se multiplican porque el consumidor tiende a comprar más ropa; en cambio, en los momentos de crisis, se opta por arreglar lo que ya tiene como una forma de ahorrar. De esta forma, no tiene razones lógicas para no funcionar.