El 2025 fue un año de intensa actividad para el Coro Departamental de Salto, que bajo la dirección de Andrea Iglesias consolidó su propuesta artística y su identidad coral en una serie de presentaciones memorables. En una entrevista en el Streaming de Diario La Prensa, Iglesias hizo un balance del año y adelantó los proyectos que se vienen para 2026, destacando la importancia del trabajo colectivo, la disciplina y la pasión por la música.

Un año con sello propio

“Fue un año con muchas actividades y un cierre espectacular”, comenzó diciendo la directora, visiblemente emocionada por los logros obtenidos. Iglesias recordó que una de las primeras metas de este 2025 fue la Misa para la inauguración del órgano en la Catedral de Salto, un proyecto ambicioso que marcó un antes y un después en la trayectoria del coro.

“Fue un desafío grande, tanto para el coro como para mí. Es de esos conciertos que van a quedar grabados para siempre. Lo preparamos desde mayo, con ensayos semanales y generales todos los sábados. Trabajamos con el profesor de canto Ulrich Schrader de la Universidad, que nos acompañó durante todo el proceso. Fue una experiencia maravillosa que demostró que, con esfuerzo y en equipo, se pueden lograr cosas grandes”.

La directora destacó que el proyecto requirió la incorporación de nuevas voces, ya que la magnitud de la obra y el acompañamiento del órgano demandaban un coro numeroso y equilibrado. “Además del grupo estable, se sumaron coreutas de otros coros, incluso directores. Fue un proceso de integración muy lindo”.

El valor del esfuerzo y la perseverancia

Más allá del brillo de las presentaciones, Andrea subrayó el enorme trabajo que hay detrás de cada concierto. “El proceso no siempre es fácil. Hay días en los que los ensayos no salen bien, en invierno la humedad y las enfermedades complican las cosas, y cada ausencia se nota, porque en un coro cada voz es un instrumento que falta. Pero todo eso fortalece al grupo”.

Para Iglesias, lo más importante es el compromiso, “Cuando hay ganas detrás, todo se puede. El coro creció mucho este año, se afianzó como grupo y se organizó de una manera ejemplar. Eso me llena de orgullo, pero también me pone una nueva responsabilidad, la de superarnos en calidad y en propuestas”.

Un cierre de año con múltiples escenarios

En los últimos meses del 2025, el Coro Departamental de Salto tuvo una agenda especialmente intensa. Participaron en la apertura del congreso “Ser con Cáncer” en la Universidad, tras la invitación del profesor Pelufo; en el concierto homenaje a Cecilia Latorre, docente de canto que trabajó durante años con el coro; y en varios eventos tradicionales de la ciudad, como el encendido del arbolito de Navidad y el concierto de fin de año en la Catedral de Salto.

“En el homenaje a Cecilia Latorre compartimos escenario con otros coros, como el Coro Udelar y el coro dirigido por Carlos Correa, de Colonia. Fue muy emotivo”; “Y el concierto final de cierre, en la iglesia Nuestra Señora del Carmen. No fue un concierto masivo, pero sí muy musical y profundo. El público acompañó con mucho respeto y emoción”.

El cierre del año tuvo además un valor simbólico especial, la presentación conjunta con otros dos coros el Coro Safa dirigido por Andrea Iglesias y el Coro Uni 3 José Pedro Huvatt, en un encuentro que reafirmó los lazos entre las distintas agrupaciones corales.

Proyectos para 2026, nuevas voces y nuevos horizontes

Lejos de descansar en los logros obtenidos, Andrea Iglesias ya planifica los desafíos del próximo año. “En enero abrimos las inscripciones y audiciones para 2026”, anunció. “Vamos a recibir postulaciones a través del correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., y luego coordinaremos las audiciones. Si bien el coro está numeroso, siempre puede sumarse gente nueva”.

Los requisitos son claros: tener experiencia coral, una voz sana y compromiso. “El compromiso es fundamental, porque el trabajo coral exige constancia. Además, el año que viene tenemos proyectos nacionales e internacionales, por lo que necesitamos un grupo sólido y comprometido”.

El coro comenzará su temporada en marzo, pero en los meses previos el equipo directivo trabajará en planificación, armado de repertorios y organización administrativa. “Hay muchas tareas detrás que no se ven, pero que son indispensables para que el coro funcione”.

Iglesias adelantó que el repertorio de 2026 profundizará la línea de obras corales sinfónicas y sacras iniciada con la Misa del órgano, aprovechando las posibilidades del instrumento y la calidad del grupo. “Queremos continuar por ese camino, pero también abrirnos a otros repertorios. Y, por supuesto, llevar nuestra música a otros escenarios del país”.

Un espacio de formación y crecimiento

El Coro Departamental de Salto no solo es un proyecto artístico: también es un espacio de formación y comunidad. Entre sus integrantes hay adultos, jóvenes e incluso adolescentes. “Tenemos dos chicos de 15 y 17 años que vienen del coro juvenil y participaron de manera excelente, con el apoyo de sus familias. Por lo general aceptamos a partir de los 18 años, pero hay excepciones cuando hay experiencia coral previa”, explicó la directora.

Esa diversidad generacional enriquece el grupo y refuerza el espíritu de aprendizaje constante. “Cada ensayo es un espacio de crecimiento, tanto individual como colectivo. La técnica vocal, la fonética, la afinación, todo se trabaja con cuidado y paciencia. Lo más lindo es ver cómo el grupo se transforma con el tiempo”.

El poder de la música

Consultada sobre lo que más la motiva a seguir dirigiendo, Iglesias no duda, “La música coral tiene un poder transformador. No solo por lo artístico, sino por lo humano. Enseña a escuchar al otro, a respirar juntos, a sostener el sonido del grupo. Es un ejercicio de empatía y armonía que trasciende lo musical”.

Para ella, dirigir el Coro Departamental de Salto es más que una tarea artística: es una vocación. “Siempre digo que dirigir un coro es dirigir un equipo humano. Hay días de cansancio, de frustración, pero también hay momentos en que todo suena y se siente que valió la pena. Ese instante de conexión con el público, con los compañeros, es indescriptible”.

Una invitación abierta

Andrea  agradeció a las instituciones y al público que acompañaron al coro durante todo el año. “Siempre nos invitan, nos dan un lugar y eso es muy valioso. Estamos muy agradecidos con la Intendencia de Salto, con las universidades, con las parroquias y con toda la gente que nos apoya”. Finalmente, dejó una invitación abierta, “A quienes tengan experiencia coral y ganas de cantar, los esperamos en las audiciones de 2026. Este coro es un espacio para crecer, para compartir y para hacer música con el corazón”.