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Cuando un niño es diagnosticado con cáncer, la vida de su familia cambia drásticamente. No solo enfrenta una lucha médica, sino que también debe reorganizar su vida entera para acompañar al pequeño en su tratamiento. En Uruguay, la Asociación Pérez Scremini se ha convertido en un pilar fundamental para las familias que deben trasladarse a Montevideo en busca de atención especializada. Con más de tres décadas de trabajo ininterrumpido, esta organización no solo brinda asistencia, sino que también genera conciencia y moviliza la solidaridad de la comunidad.

Un trabajo voluntario que trasciende el asistencialismo

Durante una entrevista con La Prensa Streaming, Álvaro Llama y Rosana Urroz integrantes de la Asociación Dr. Neri Campos Pierri, compartieron detalles sobre la labor que realizan y los desafíos que enfrentan.

"Si bien el Estado debería garantizar ciertos aspectos, nuestra organización existe para llenar esos vacíos y brindar un acompañamiento integral", explicó Álvaro Llama, contador y miembro activo de la asociación. Destacó que Pérez Scremini es la única fundación de este tipo en Uruguay con personería jurídica propia, lo que implica una gestión administrativa transparente, con balances, libros de actas y asambleas formales. La tarea de la asociación no se limita a la asistencia económica o médica, sino que busca transformar la vida de los niños y sus familias. "No queremos hacer asistencialismo. Queremos que las familias logren autonomía y tengan acceso a recursos mediante diferentes redes de apoyo", agregó.

El impacto de la enfermedad en las familias

Cada año, entre 20 y 30 niños de Salto reciben tratamiento en la Fundación Pérez Scremini en Montevideo. El proceso implica mucho más que el tratamiento del paciente: las familias deben trasladarse, permanecer en la capital por largos períodos y adaptarse a una nueva realidad.

"Para la mayoría de estas familias, viajar a Montevideo significa un gran desafío. Son personas de escasos recursos, muchos son jornaleros o trabajadores independientes que deben dejar todo para acompañar a sus hijos", explicó Rosana Urroz.

En los primeros meses del tratamiento, la estadía en Montevideo puede extenderse por dos a cuatro meses, lo que implica buscar alojamiento, alimentación y cubrir otras necesidades básicas. "No solo se trata del niño que se enferma, sino que muchas veces deben viajar también la madre y los hermanos, dejando atrás la escuela y el trabajo", añadió.

La organización trabaja en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), la Intendencia y otras instituciones para brindar soluciones habitacionales y apoyo económico a estas familias. Además, se asegura de que, al regresar a Salto, los niños encuentren un entorno adecuado para continuar su recuperación.

Una red de apoyo que salva vidas

La tasa de recuperación del cáncer infantil ha crecido en los últimos años, alcanzando un 82% de curación en los pacientes tratados a tiempo. Sin embargo, la lucha no termina con el tratamiento médico. La reinserción social y educativa de los niños es clave para garantizarles un futuro. "Seguimos en contacto con los niños que superaron la enfermedad. Muchos de ellos hoy son adultos, estudiantes universitarios, padres de familia. Nos emociona ver cómo han podido seguir adelante", comentó Urroz.

En algunos casos, la asociación brinda apoyo para que los jóvenes continúen sus estudios en otras ciudades. "Hace poco ayudamos a una chica que quería estudiar en Paysandú. Coordinamos con la Embajada de Paysandú y logramos conseguir una beca de alojamiento".

Eventos solidarios y la "Hamburguesa Amiga"

Para sostener sus actividades, la Asociación Pérez Scremini realiza diversas campañas de recaudación a lo largo del año. Entre ellas, se destacan la campaña de útiles escolares, la colecta de frazadas en invierno y la tradicional "Hamburguesa Amiga", un evento que moviliza a toda la comunidad.

"La hamburguesa nació como una iniciativa de McDonald's, pero cuando la empresa se retiró, nosotros seguimos adelante con el evento", explicó Álvaro Llama. En este día especial, cientos de voluntarios se unen para vender hamburguesas y recaudar fondos que permiten financiar el traslado de los niños y otros gastos esenciales.

El evento es mucho más que una jornada de venta de comida. "Es un símbolo de unión y solidaridad. Ese día todos colaboran: desde los que donan ingredientes hasta los que preparan y entregan las hamburguesas. Incluso las peladas de huevos se han convertido en un acontecimiento".

Además, muchas personas compran hamburguesas y las donan a comedores y merenderos, multiplicando el impacto de la campaña. "Es una cadena de solidaridad que no se corta".

Un legado que sigue creciendo

El compromiso de la Asociación Pérez Scremini se mantiene firme gracias al trabajo de voluntarios y colaboradores que creen en la causa. "No tenemos sede propia ni grandes oficinas. Nos reunimos en nuestras casas, minimizando gastos para destinar cada peso recaudado a quienes lo necesitan", enfatizó Llama.

El grupo también cuenta con el apoyo de una trabajadora social, Estefanía Próspero, quien colabora de manera voluntaria. "Su incorporación ha sido clave para mejorar nuestro acompañamiento a las familias. Con su trabajo en redes, logramos conectar a los pacientes con más recursos y oportunidades", explicó Urroz.

Además de la ayuda local, la organización recibe colaboraciones de otras partes del país. "Por ejemplo, un grupo de Punta del Este nos envía mantas solidarias tejidas por voluntarios. Es un gesto hermoso que muestra cómo la solidaridad no tiene fronteras".

Un mensaje de esperanza

Más allá del trabajo diario, los integrantes de la asociación coinciden en que el cáncer infantil no es sinónimo de muerte, sino de lucha y esperanza. "Gracias a la detección temprana y los tratamientos adecuados, cada vez más niños logran superar la enfermedad y llevar una vida plena", afirmó Urroz.

El legado del Dr. Ney Castillo, fundador de la Pérez Scremini, sigue vigente. Su sueño era consolidar un centro de referencia en Uruguay, donde todos los niños con cáncer pudieran recibir atención de calidad. Hoy, ese sueño es una realidad que sigue creciendo.

"Lo que hacemos no es solo brindar ayuda. Es acompañar, dar fuerza, demostrar que nadie está solo en esta batalla".

Cómo colaborar

Quienes deseen sumarse a esta causa pueden hacerlo mediante donaciones, participando en eventos solidarios o simplemente ayudando a difundir el trabajo de la asociación.

Para más información, pueden visitar la página de la Fundación Pérez Scremini y conocer cómo contribuir a esta noble labor.

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