Los checos, según marca su historia, tienen la costumbre de arrojar a los políticos que consideran corruptos por la ventana, algo denominado “defenestrar”. La historia indica que la primera defenestración en Praga tuvo lugar en 1419 en el contexto de guerras religiosas. El episodio de referencia fue el 23 de mayo de 1618, tras la consagración de Fernando II como rey de Bohemia, lo que  incomodó a los protestantes checos que no querían al monarca católico. Si bien existía libertad de culto, esta no se respetaba.

Más cuando el  monarca decretó que los protestantes no podían ocupar cargos públicos. La medida llevó a que protestantes detuvieran a dos consejeros imperiales y en represalia a la violación de la libertad de cultos, tras juicio sumario, decidieron arrojarlos por una ventana de cierta altura. Esos “defenestrados” tuvieron la suerte de caer sobre un montón de estiércol. Salvaron sus vidas, pero sucios y malolientes. El episodio genero una guerra de 30 años. Es un ejemplo, a imitar. Cuando tenemos tantos políticos corruptos, irresponsables. Los haría pensar antes de meter la mano en la lata y más allá de una Justicia que los procesa generalmente “sin prisión”, seria una sanción justa y merecida para que aprendan a respetar, no mentir y disfrutar de privilegios y  robar a la ciudadanía. El Prof. de Historia