El flamante aeropuerto de Salto se posiciona como el más activo entre las seis terminales regionales inauguradas en los últimos años en nuestro país. Así lo han manifestado fuentes del Ministerio de Defensa, aunque no la totalidad de los datos fueron divulgados públicamente aún. Lo cierto es que en el marco del Sistema Nacional de Aeropuertos Internacionales impulsado desde 2020, el gobierno inauguró seis terminales en distintas zonas del interior del país: Carmelo, Rivera, Salto, Melo, Paysandú y Durazno, con la iniciativa buscó descentralizar la conectividad aérea, dinamizar el turismo y fomentar el desarrollo regional. Y lo cierto es que, en este contexto, Salto se destaca como la terminal con mayor actividad del interior.

Salto a la cabeza del movimiento

Aunque los datos desagregados aún no fueron divulgados en su totalidad, fuentes del Ministerio de Defensa indicaron que, entre las seis terminales, Salto fue la que registró el mayor flujo de pasajeros en el último año. En total, más de 10.000 personas transitaron por los nuevos aeropuertos del interior, y Salto se posiciona como el nodo con mayor volumen de embarques y arribos. Este resultado no sorprende del todo: Salto combina una ubicación estratégica, una oferta turística consolidada con sus termas, naturaleza e infraestructura, y una demanda creciente de transporte ágil, especialmente desde sectores vinculados al turismo y los negocios.

Otros aeropuertos, menor movimiento

En comparación, el aeropuerto de Carmelo -estrenado un año antes que el de Rivera- registró 3.143 pasajeros, en buena parte favorecido por su cercanía con Argentina. Rivera, por su parte, sumó 1.327 usuarios. Más modestos fueron los números de Paysandú (503 pasajeros), Melo (442) y Durazno, donde el aeropuerto de Santa Bernardina aún no logra generar un impacto perceptible para los comercios locales.

Perspectivas futuras

Según Federico Cabrera, gerente de Operaciones y Experiencia de Aeropuertos Uruguay, hay un “crecimiento sostenido” y “primeros indicios alentadores” en el movimiento regional. Cabrera aclaró que aún es temprano para evaluar el impacto a largo plazo, pero los datos respaldan que, con una buena planificación, los aeropuertos del interior pueden ser claves para el desarrollo turístico y económico. En ese escenario, Salto parece estar marcando el camino.