En una entrevista  con Diario La Prensa, no dejó tema sin tocar, el edil Enzo Molina conversó con franqueza sobre uno de los temas más sensibles y actuales del departamento de Salto: la recategorización de tierras suburbanas y su impacto en el desarrollo inmobiliario, ambiental y económico de la zona. Desde la creación de impuestos hasta la licitación de proyectos cuestionados, Molina ofreció un panorama claro —y crítico— de lo que se viene para la región.

¿De qué trata el decreto que llegó a la Junta?

Molina explicó que el decreto en cuestión tiene un enfoque técnico y jurídico complejo, pero que en esencia busca recategorizar tierras en la zona de Apolón al norte de Salto. Esta medida permitiría desarrollar unidades de propiedad horizontal y barrios residenciales, bajo un marco legal ya utilizado en otros puntos del país.

¿Qué cambia con esta recategorización?

En palabras del edil, se trata de una “necesidad largamente postergada”. Según Molina, Salto ha quedado rezagado en comparación con otros departamentos del país en cuanto a planificación territorial y desarrollo. “El derecho es un fenómeno social, y la sociedad avanzó más rápido que la normativa. Esto viene a aggiornar el marco legal”, explicó.

¿Y qué hay detrás? ¿Es solo urbanismo o hay negocio?

Molina fue claro: hay un componente inmobiliario fuerte. La tierra que se recategoriza aumenta exponencialmente su valor. “Una hectárea que costaba 4.000 u 8.000 dólares puede pasar a valer 50.000. Y fraccionada, se puede vender en 150.000 o más”, afirmó. Sin embargo, defendió la medida como algo que beneficia a todos: genera trabajo local y pone a Salto en el mapa del desarrollo.

¿No hay desconfianza hacia un gobierno saliente que impulsa esto?

El edil no se guardó críticas: “No le tenemos confianza al gobierno que se va. Esto lo tiran a último momento, y eso genera suspicacia.” Aun así, reconoció que la iniciativa es positiva y largamente esperada. “Hay que diferenciar la idea de quién la ejecuta. Que lo haga un gobierno al que no le confiamos no significa que esté mal. Esto es bueno para Salto.”

¿Qué dice el Frente Amplio?

El edil advirtió que la interna frenteamplista está “sin libreto” en este tema. Según él, su programa histórico se oponía a este tipo de desarrollo, pero ahora mandan el proyecto a la Junta. “Les cuesta la idea del barrio privado”, remarcó.

¿Y la creación de impuestos?

Molina alertó que el decreto también contempla un nuevo impuesto para quienes tengan tierras recategorizadas sin desarrollar. Aunque reconoció que “los impuestos nunca son buenos”, justificó su razón de ser: incentivar el uso responsable de esas tierras.

Otras polémicas: el Hotel Arapey y la piscina del Daymán

La entrevista también abordó otras áreas sensibles. Por un lado, criticó el proceso de licitación para el Hotel Arapey, al que calificó de “manejado con apuro y sin transparencia”. 

Transición y futuro inmediato

Con la transición de gobierno en marcha, Molina adelantó que tienen mucho por estudiar. El proyecto del nuevo ordenamiento territorial tiene más de 500 hojas, y requerirá trabajo técnico profundo. También expresó preocupación por el saneamiento, el control ambiental y el impacto paisajístico de los nuevos desarrollos. “No es solo leer el decreto, hay que cruzarlo con la normativa vigente y analizar consecuencias”, dijo.

Una promesa de coherencia

Frente a posibles ceses , Molina aseguró que no habrá “cacería de brujas”, pero que sí serán coherentes con lo que denunciaron durante años. "No vamos a ser contradictorios con lo que dijimos. Se trata de tener coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos."