La Prensa Hacemos periodismo desde 1888

El grupo MADER, que hoy integra activamente la familia rotaria en Salto, nació en 1953 con una impronta que refleja tanto la época como la visión solidaria de sus fundadoras. Originalmente constituido por esposas de rotarios cuando las mujeres aún no podían ingresar formalmente al club, comenzó confeccionando ropita para bebés de madres en situación vulnerable que salían del hospital. Lo que inició como un gesto de apoyo maternal se transformó con los años en una organización sólida, reconocida internacionalmente por Rotary International, que trabaja de la mano con proyectos locales y globales.

La maestra Graciela Lacoste recuerda que uno de los hitos más significativos fue la incorporación de mujeres al Rotary Club, siendo Ethel Borrelli, integrante de MADER, la primera en romper esa barrera. Desde entonces, el grupo se abrió a nuevas integrantes, algunas rotarias, otras no, pero todas con un mismo objetivo: trabajar por la comunidad con proyectos sostenibles y de impacto.

Tejiendo abrigo y esperanza

Una de las iniciativas más emblemáticas de MADER es la entrega anual de prendas de abrigo a niños de escuelas rurales y de contexto crítico. La doctora Mabel Stabilito detalló que cada año se confeccionan aproximadamente 600 buzos, elaborados en coordinación con tejedoras que colaboran con la causa. Además, cuando detectan necesidades adicionales, como ocurrió en una escuela donde los niños carecían de medias, el grupo amplía su ayuda comprando y distribuyendo calzado y ropa interior.

“Siempre estamos viendo en qué podemos ser útiles”, afirmó Stabilito, destacando que estas acciones no se limitan a la indumentaria. En ocasiones, los proyectos se expanden hacia la creación de bibliotecas comunitarias o el apoyo logístico para donaciones de botas de goma que permiten a los escolares asistir incluso en días de lluvia.

Salud visual y educación como pilares

MADER trabaja de forma conjunta con el Rotary Club en proyectos de salud visual infantil. El procedimiento es claro: primero se realizan pesquisas en las escuelas, luego se derivan los casos a oftalmólogos y, finalmente, se entregan lentes gratuitos a los niños que lo necesitan. Este modelo garantiza un acceso equitativo a la salud y contribuye directamente al rendimiento escolar.

La relación estrecha con maestras y directores permite a MADER detectar de primera mano otras carencias, desde infraestructura escolar hasta insumos deportivos. “Rotary tiene como uno de sus objetivos centrales la educación, y nosotros vemos que si el niño va bien abrigado, feliz, sin sufrimiento, rinde más”, explicó Lacoste.

Nuevos proyectos, charlas y bienestar emocional

En los últimos años, el grupo amplió su accionar hacia un área cada vez más relevante: la salud emocional y el bienestar. A partir de septiembre se pondrá en marcha un ciclo de charlas sobre neurociencia, control de emociones y filosofía de la vida, con la participación de profesionales como el profesor Guillermo Díaz y la licenciada Alice Zunini. Las actividades se desarrollarán en el Centro Esperanza, sede del grupo, utilizando también herramientas virtuales para llegar a más personas.

Estas iniciativas, según las integrantes, buscan fortalecer la convivencia social y ofrecer recursos prácticos para manejar el estrés y los desafíos cotidianos, reconociendo que el bienestar psicológico es tan esencial como el físico.

Solidaridad intergeneracional

El compromiso de MADER no se limita a la niñez. El grupo colabora con el hogar de ancianos, donando ropa interior, telas para sábanas y otros insumos básicos. Asimismo, organizan campañas de recolección de ropa en buen estado para familias de todas las edades, recordando siempre que la ayuda debe ser digna: “Reconocemos que hay que dar lo que uno mismo estaría dispuesto a usar”, puntualizó Lacoste.

Este enfoque integral refuerza la identidad de MADER como un puente solidario intergeneracional, capaz de atender tanto a los más pequeños como a los mayores de la comunidad.

Financiamiento, esfuerzo y creatividad

El motor económico de MADER proviene en gran medida de las propias socias. Actualmente, el grupo está integrado por 12 mujeres que realizan un aporte mensual. A ello se suman actividades de recaudación como rifas y bingos, que no solo generan fondos sino que también fortalecen el sentido de pertenencia y colaboración con la comunidad. Rotary Club aporta apoyo puntual, especialmente para la compra de lana destinada a los buzos.

“Trabajamos para hacer feliz a alguien, pero a la vez somos felices nosotros”, comentó Lacoste, resaltando que cada reunión culmina con un espacio de camaradería donde se comparten experiencias y se renuevan las energías para seguir adelante.

Reconocimientos y proyección

El trabajo incansable de MADER ha sido distinguido tanto a nivel local como internacional. En 2023 recibieron un reconocimiento departamental en el Día de la Mujer, un gesto simbólico que valida la importancia de su labor. Además, su incorporación oficial a la estructura de Rotary International los posiciona como parte de una red global de servicio.

El grupo, compuesto íntegramente por mujeres, mantiene abierta la invitación para que nuevas personas —sin importar género— se integren y fortalezcan sus iniciativas. La diversidad, sostienen, es clave para expandir la mirada y multiplicar el alcance de sus acciones.

Un futuro con nuevos desafíos

Entre los proyectos más recientes destacan la creación de una biblioteca escolar comunitaria y la implementación de charlas sobre salud mental, neurociencia y jardinería como herramientas para el buen vivir. Además, siguen gestionando donaciones de calzado, ropa y materiales deportivos para las escuelas rurales, al tiempo que trabajan de manera cercana con docentes y familias.

La presidenta actual, Adriana Samurio, junto a un equipo diverso de socias, coordina la labor de MADER en periodos que van de julio a julio. Nombres como el de Mabel Stabilito, Alice Zunini, Elena Contela y Viviana, entre otras, integran un colectivo que combina experiencia, vocación y afecto.

Voces de esperanza

La entrevista finalizó con un mensaje inspirador, “Queremos que se conozca nuestra obra para que otras personas se animen también, porque es bueno para los demás, pero también para uno mismo”, expresó Lacoste. Esa frase resume el espíritu de MADER, ayudar transforma tanto a quien recibe como a quien brinda.

Comentarios potenciados por CComment

Ranking
Recibirás en tu correo electrónico las noticias más destacadas de cada día.

Podría Interesarte