
El Museo del Deporte
-
Por Leonardo Vinci
/
joselopez99@adinet.com.uy

Cuando pensamos en el deporte, pensamos en emoción, esfuerzo y pasión. Pero, ¿alguna vez nos detuvimos a pensar en cómo conservar esa historia? Salto, a pesar de los grandes logros deportivos de sus atletas, aún no ha creado un museo del deporte. Y sin embargo, el mismo se convertiría en algo más que una colección de objetos, pues resultaría una ventana a la memoria colectiva de deportistas, clubes y conquistas.
Éste sería un proyecto ambicioso y emocionante que podría convertirse en un espacio educativo, cultural, de inspiración para la ciudad, y en un gran atractivo turístico. Debería definirse su propósito y enfoque, buscando incluir todos los deportes en los que los salteños se han destacado.
Físico y virtual
El museo no sólo ocuparía un lugar físico, sino que también debería poder visitarse virtualmente. El objetivo principal sería educar, conservar, inspirar y hacer conocer los logros deportivos a lo largo de la historia local.
Lugares sobran
Lugares sobran. El espacio ocupado por el Museo Histórico frente al Parque Solari, podría ser uno de ellos, sobre todo por su ubicación, que lo hace fácilmente identificable para los turistas. Técnicos municipales y/o universitarios podrían planear el diseño de salas temáticas, vitrinas, zonas interactivas, etc.
¿Público, Mixto o Privado?
El funcionamiento del Museo, no necesariamente debería estar en manos del gobierno departamental, ya que también podría ensayarse un modelo mixto, e incluso, privado.
Recolección de piezas
No sería tarea fácil, pero tampoco imposible la recolección de piezas auténticas como trofeos, vestimenta, fotografías, películas y documentos, que enriquecerían el Museo. Estamos seguros que, deportistas destacados, clubes y coleccionistas donarían elementos apropiados para su exhibición. Salto tiene muchas historias personales que contar de diferentes maneras, y objetos con significado emocional para compartir.
Tecnología interactiva
La narrativa visual de esas historias debería ser atractiva, y para ello, sería conveniente usar tecnología interactiva. No habría que descartar el patrocinio de marcas deportivas para financiar el proyecto, como así también gestionar donaciones privadas o mecenazgos. Una tienda de recuerdos sería otra posibilidad a considerar. Talleres, charlas, visitas escolares y programas de verano mantendrían vivo el interés en conocer este Centro.
Gigantografías de Suarez, Cavani, Pedro Virgilio Rocha...
Imaginemos sus salas con gigantografías de los deportistas más conocidos y las vitrinas exhibiendo objetos preciados, como las camisetas usadas por Cavani, Suárez o Pedro Virgilio Rocha. ¿Y por qué no? La mismísima “Teresita I”, el auto campeón nacional de Fuerza Limitada que perteneció a Abel Martínez García. O la BSA de Tanoni y los trofeos de Julio Muffolini, Rodney Bisio y Miguel Barbieri. ¿Cuántas piezas de incalculable valor para el deporte local que se encuentran en distintos anaqueles de los clubes locales podrían ser cedida en préstamo o custodia para el Museo? ¿Cuántas distinciones entregadas a las grandes figuras como Federico, Sofildo y el Chumbo podrían exhibirse?
Trofeos y emociones
Seguramente, con un poco de imaginación y ganas, Salto podría encarar la exitosa realización de esta idea. En definitiva, podríamos decir que un museo del deporte no solo mostrará trofeos, sino que inmortalizará emociones. Sería una forma de honrar el pasado, celebrar el presente y sembrar inspiración en las nuevas generaciones.
Comentarios potenciados por CComment