Durante esta semana que se termina, LA PRENSA fue informando oportunamente sobre los diferentes momentos que vivían 200 trabajadores del rubro citrícola, que habían sido despedidos de la empresa peruana Camposol, instalada en Salto desde hace varios años (en el predio del ex Espinillar). Primero, fue la noticia del despido, lo que según dijeron los trabajadores, los tomó “por sorpresa” y fueron “injustificados”. Eso ameritó una concurrida movilización en calle Brasil al 1400, donde esta empresa tiene sus oficinas. Luego, se dijo desde estas páginas que avanzaban las negociaciones para la reinserción de los trabajadores a sus puestos. Ahora ya puede decirse que las acciones prosperaron.

Despidos arbitrarios

En una resolución celebrada por el gremio y los trabajadores, los 200 operarios despedidos el pasado fin de semana por la empresa citrícola de capitales peruanos, Camposol, fueron reincorporados a sus puestos de trabajo. El anuncio fue realizado días pasados por el presidente de la Unión de Trabajadores Rurales, Juan Carlos Albano, quien destacó que la medida fue resultado de intensas gestiones ante el Ministerio de Trabajo. Sostuvo Albano que luego de varias instancias, se logró llegar a un acuerdo con la empresa para revertir estos despidos “que considerábamos arbitrarios”.

Trabajadores respondieron

Desde la empresa, se había argumentado un supuesto “bajo rendimiento” como justificación para los despidos, señalando que los contratos establecían un máximo de kilos que debían entregar los trabajadores. Sin embargo, los cosecheros desmintieron esa versión, asegurando que sus obligaciones eran por cantidad de bolsos y no por peso.

Las principales negociaciones se desarrollaron en el marco del Día del Trabajador Rural (30 de abril), fecha que dio aún mayor simbolismo al acuerdo alcanzado. Finalmente, ante la intervención del Ministerio de Trabajo, las partes llegaron a un consenso que permitió la reincorporación de la totalidad de los operarios afectados.

Según el propio presidente del gremio, Juan. C. Albano, en declaraciones a LA PRENSA esta mañana, todos los trabajadores fueron reintegrados y se les hará un control riguroso de su cosecha diaria, cantidad de bolsas y pesaje de manera que no paguen justos por pecadores, según sus propias palabras.