Un ciudadano comprometido con la recuperación del litoral, la protección del medioambiente y el bienestar del Hospital Regional Salto. En una reciente entrevista con La Prensa, Gustavo San Andrea, más conocido como "Varilla", compartió su compromiso con la recuperación de la costa de Salto y su incansable labor en la Comisión de Apoyo del Hospital Regional Salto. Su historia es un testimonio de dedicación y esfuerzo, de un ciudadano que, sin esperar nada a cambio, se ha convertido en un pilar fundamental para la comunidad salteña.

Una lucha de más de una década por la costa de Salto

Desde hace 13 años, San Andrea trabaja activamente en la recuperación de la costa de Salto a través del grupo "Salvemos la Costa", un colectivo que nació tras el derrumbe del muro en la plazoleta de las comunicaciones, en la Playa Las Cavas. El grupo ha sido un actor clave en la visibilización de la erosión costera causada por la fluctuación del nivel del río Uruguay, producto de las maniobras de la represa de Salto Grande.

Según San Andrea, la desidia de las autoridades ha sido el mayor obstáculo para solucionar esta problemática. A pesar de los múltiples reclamos, la recuperación del litoral avanza a paso lento. "En 2013 logramos que la Comisión Técnica Mixta (CTM) se hiciera cargo de la reparación del muro, pero luego el tema quedó abandonado", lamenta.

Uno de los momentos más significativos de su lucha fue en 2019, cuando, junto a voluntarios, realizó una limpieza intensiva en la costa. En apenas 15 días, lograron retirar seis toneladas de basura, incluyendo 800 cubiertas de autos y hasta una rueda de tractor enterrada en el barro. "Fue un trabajo agotador, pero necesario. Queremos que la gente tome conciencia: si no van a limpiar, al menos que no ensucien", expresa con determinación.

San Andrea también señala que se han hecho algunas obras, como el enrocado en la zona de Salto Chico, que ha mitigado parcialmente la erosión. Sin embargo, denuncia que los proyectos de protección costera aún están pendientes y que la falta de coordinación entre la Intendencia y la CTM impide avanzar de manera eficiente.

"Hubo proyectos para mitigar la erosión desde la desembocadura de San Antonio hasta la Arenitas Blancas, pero nunca se concretaron", explicó. Según él, si no se toman medidas urgentes, la ciudad seguirá perdiendo playas y espacios naturales que fueron emblema de Salto en el pasado.

La lucha por la mejora del Hospital Regional Salto y el Hogar de Ancianos

Además de su activismo ambiental, San Andrea integra la Comisión de Apoyo del Hospital Regional Salto y el Hogar de Ancianos, donde ha sido un actor clave en la obtención de recursos y mejoras para ambas instituciones. "La salud y el cuidado de nuestros adultos mayores son fundamentales. No podemos depender únicamente del Estado, tenemos que organizarnos como comunidad para ayudar".

En los últimos años, la comisión ha logrado grandes avances. Gracias a la recaudación en cenas benéficas y donaciones, se han realizado mejoras en el Hogar de Ancianos, incluyendo la adquisición de camas con barandas, sillas de ruedas, bastones y la reparación de baños para hacerlos accesibles. También se realizaron obras estructurales, como la reparación del techo del hogar, aunque no se pudo completar debido a la burocracia estatal.

"Perdimos una importante donación de una fundación porque no pudimos utilizar el dinero dentro del plazo de un año. La burocracia nos hizo perder una oportunidad única para mejorar el hogar", lamentó.

Para el hospital, la comisión ha conseguido equipamiento médico avanzado y ha logrado ampliar el área de tratamiento oncológico, pasando de tres a ocho sillones para quimioterapia. También han adquirido un vehículo para el servicio de cuidados paliativos, lo que ha mejorado la atención domiciliaria de pacientes que requieren asistencia médica en sus hogares.

San Andrea destacó que muchas de estas mejoras han sido posibles gracias al apoyo de empresas y ciudadanos anónimos. "Una dentista, por ejemplo, ha atendido gratuitamente a los abuelos del hogar, fabricándoles prótesis sin pedir nada a cambio. Ese es el tipo de solidaridad que necesitamos", señaló con gratitud.

Un llamado a la acción: "No basta con quejarnos, hay que actuar"

A lo largo de la entrevista, San Andrea deja claro que su lucha no tiene fines políticos. Para él, la clave del cambio está en la acción ciudadana. "No podemos quedarnos esperando que el gobierno haga todo. Si queremos ver una ciudad mejor, tenemos que involucrarnos".

Sin embargo, reconoció que trabajar fuera de la política es un desafío. "Es difícil que te escuchen cuando no tienes un cargo. Si un senador o un intendente hace un reclamo, le prestan atención. Si lo hace un ciudadano común, muchas veces es ignorado", reflexiona.

Pese a las dificultades, no piensa rendirse. Su próximo objetivo es seguir insistiendo en la recuperación de la costa y en mejorar las condiciones del hospital y el hogar de ancianos. También tiene la esperanza de que las nuevas autoridades de Salto Grande y del gobierno nacional presten más atención a las necesidades de la ciudad.

San Andrea concluyó con una frase que refleja su espíritu inquebrantable: "Mucha gente pequeña en lugares pequeños puede cambiar el mundo. Y yo voy a seguir luchando por mi ciudad, porque Salto lo merece."

Debería haber más Gustavos San Andrea

La historia de Gustavo "Varilla" San Andrea es un claro ejemplo de cómo el compromiso ciudadano puede generar un impacto positivo en la comunidad. Su labor en la recuperación de la costa de Salto y en la mejora del sistema de salud local demuestra que, con esfuerzo y perseverancia, es posible hacer la diferencia.

Desde su activismo ecológico hasta su trabajo en la comisión del hospital, San Andrea sigue luchando por un Salto mejor, enfrentando obstáculos, denunciando injusticias y, sobre todo, inspirando a otros a sumarse a la causa.