Un 11 de enero, como hoy, hace 16 años, el médico neurólogo Pablo Gaudin Camacho, de 52 años de edad, caía herido de bala en calle Larrañaga casi Artigas. El hombre que le disparó desde un balcón (de apellido Semino) fue el esposo de una paciente suya fallecida hacía poco, quien desde un tiempo atrás y por teléfono, hostigaba al médico acusándolo de no haber hecho lo suficiente para salvar a su esposa.

La madrugada del sábado 11 de enero de 2009, Pablo Gaudin (que venía de festejar su cumpleaños esa noche) llegó junto a dos familiares hasta la casa de quien terminaría siendo su victimario, para dirimir personalmente las diferencias. Esto no fue posible. El hombre salió al balcón y desde allí disparó al médico con un revólver calibre 38 largo. El primer disparo no dio en el blanco, pero el siguiente acertó en pecho del doctor. Eran las 6:00 de la mañana de aquel sábado 11. A las 8:25 fallecía en el block quirúrgico del Sanatorio Uruguay.

Desde entonces, hay una coincidencia bastante generalizada entre profesionales de la medicina, en que ese hecho de alguna forma marcó un hito en un delicado tema siempre presente: la relación médico-paciente. No por casualidad, se acentuó la realización de instancias formativas sobre este asunto.