Las personas que plantearon esta problemática a LA PRENSA afirmaron que viene de larga data, y así se puede confirmar revisando los partes policiales de un buen tiempo a esta parte. El problema es la inseguridad en la zona del Hospital Regional Salto. Robos en esa zona, pero también rapiñas y otro tipo de desmanes, son frecuentes.

Lo cierto es que un grupo de vecinos se comunicó con este vespertino para hacer saber que “estas cuadras se han vuelto de terror”. Explicaron en ese sentido que los robos en casas de familia se dan principalmente (aunque no solo) “por 18 de Julio para abajo (al sur), sobre todo alrededor de 18 de Julio y Andrés Latorre más o menos…y después disparan muchas veces para el parque (Harriague)”. En tanto las rapiñas, se dan especialmente, nos dicen, en los alrededores de la Plaza Artigas.

Adicciones

Un dato no menor es que -siempre según los testimonios de vecinos- es común que haya personas que literalmente viven en la calle, entregados al alcohol y otras drogas; y si bien no puede afirmarse que sean ellos mismos los autores de los delitos mencionados, todo contribuye a un clima de total inseguridad, por ejemplo, porque estas personas en verdadero estado de indigencia, suelen pedir dinero de forma permanente a quienes pasan por allí y no siempre de buenas maneras, lo que provoca situaciones realmente incómodas.

“Botellas de caña blanca que pasan de mano en mano” y “olor a porro (marihuana)” ya son parte del paisaje cotidiano y a toda hora, dicen vecinos y transeúntes.

Gente de distintos lados

Un vecino en particular, narró que es habitual que llegue “gente de otros lados, te das cuenta por la forma de hablar que son de Montevideo supongo” y pasen días por esas inmediaciones: “hace un tiempo los veías durmiendo en los dos canteros de ahí adelante (los que dan hacia calle Varela, frente a la puerta principal del hospital)”, y ahora “se les dio por instalarse contra la pared mismo del hospital por calle 18 de Julio”.

De hecho, hay momentos del día, que estas personas “guardan” sus pertenencias (frazadas, cartones, etc.) sobre el techo de la garita de ómnibus que está por 18 de Julio casi Varela.

Por otra parte, son muy frecuentes “las peleas entre ellos hasta con cuchillos”, nos cuentan. Consultados respecto a las actuaciones policiales al respecto, dijeron que la Policía actúa con mucha corrección siempre que es convocada, pero “nos damos cuenta que no pueden hacer mucho más que llevarlos un rato y después los ves otra vez por acá, como si nada”.

En síntesis, se trata de una zona muy compleja, que vecinos (algunos de muchos años), personas que trabajan allí y transeúntes ocasionales, esperan que mejore pronto.