Juan Modesto Llantada /
“El periodismo es la expresión más importante de la libertad”
Juan Modesto Llantada estuvo en el Streaming de Diario La Prensa ya que es un referente indiscutido del periodismo, con décadas de experiencia en redacciones, imprentas y micrófonos. En una charla distendida, Llantada reflexionó sobre la evolución del oficio, los desafíos de la era digital y la esencia de una profesión que considera un verdadero oficio de vida.
“Somos los panaderos de la literatura”, dice entre risas, recordando aquellas jornadas en las que el periódico debía “amasarse” cada día para entregar a los lectores el pan fresco de la información. Con nostalgia, evoca los tiempos del papel formato grande y de las viejas teletipos, pero también reconoce con orgullo la capacidad del periodismo de adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia.
De la tinta al píxel, una profesión en transformación
Para Llantada, el periodismo ha cambiado de manera radical desde sus primeros años en la redacción. “Hoy hay muy buenos periodistas, pero también muchos comunicadores que son propagandistas camuflados”, advierte. La búsqueda honesta y rigurosa de los hechos, dice, se ha visto afectada por la rapidez y la inmediatez del mundo digital.
Sin embargo, no todo es negativo, la tecnología también ha abierto puertas impensadas. “Permite que aparezca una lucecita y las cosas se sepan”, señala, destacando el papel de la investigación en tiempos de sobreinformación. Nombres como Patricia Madrid o Leonardo Haberkorn, afirma, mantienen viva la llama del periodismo valiente y bien documentado.
Llantada defiende la importancia del periodismo escrito: “Pese a todos los vaticinios, no va a morir nunca”. Cree, incluso, que la lectura volverá a tener su revancha. “Dentro de un tiempo la gente va a volver a leer”, asegura, convencido de que el papel, bien impreso y cuidado, sigue siendo un símbolo de calidad y credibilidad.
La ética como brújula
Durante la conversación, Llantada insiste en un concepto clave, la ética periodística. Recuerda que el diario “es el resultado del esfuerzo de un grupo de gente” y que, más allá del soporte, el compromiso con la verdad es lo que mantiene viva la credibilidad. “Las comunidades que no tienen su semanario corren el riesgo de volverse comunidades sin memoria”, reflexiona. El papel, más allá de su fragilidad, es para él el guardián de la historia.
También dedica un espacio a los errores los de antes y los de ahora, entre duendes de imprenta y correctores automáticos. “El corrector automático vino a sustituir al duende de las imprentas”, comenta con humor, aunque sin dejar de subrayar la necesidad de rigor y revisión constante en cada etapa del proceso.
La inteligencia artificial y el futuro del oficio
Llantada observa con cautela la irrupción de la inteligencia artificial en los medios. “La sometí a examen y resultó bastante burra”, confiesa entre risas. Aunque reconoce su utilidad en ciertos ámbitos, como el ajedrez o el análisis de datos, sostiene que el pensamiento humano sigue siendo insustituible, “El cerebro nuestro lo hace mucho mejor… por ahora”. Más allá de las herramientas, lo que verdaderamente importa, afirma, es mantener la curiosidad, “El periodismo es la curiosidad por saber qué está pasando, no sólo en el escenario, sino también detrás de los telones”.
Pensar con libertad, escribir sin temor
Hacia el final, Llantada comparte una de sus máximas preferidas, “El periodismo es el desafío de pensar con libertad y escribir sin temor”. Para él, el oficio se aprende observando a los que saben, en las redacciones, en el ejercicio cotidiano del reporteo y la escritura. Defiende la prensa como la caja de resonancia de la sociedad y como el primer refugio ante la injusticia. “El primer derecho del ser humano es estar vivo; el segundo, la libertad de expresión”. Convencido de que nunca dejará de trabajar, concluye con una sonrisa, “Si el trabajo te gusta y es tu pasión, hay que seguir hasta el final”.
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