La Asociación Uruguaya Amigos del Riel (A.U.A.R.) es una entidad civil sin fines de lucro que fue fundada el 1º de junio de 1954, y goza de personería jurídica desde 1968. Esta institución ha podido- a partir de la recuperación de material ferroviario en desuso aportado por la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE)- restaurar antiguas locomotoras a vapor.

Los amigos del riel lanzaron tiempo atrás una propuesta atractiva: un paseo en una antigua locomotora Beyer Peacock del año 1910 con una potencia de 900 HP (caballos de fuerza), de origen inglés, que surge imponente entre el humo y los vapores. Parece nueva y para sus restauradores es como si lo estuviera. "Esto nace como respuesta a una creciente e impostergable necesidad de concretar un aporte a la recuperación de nuestro patrimonio histórico-cultural, recreando la legendaria tradición ferroviaria de Uruguay, mediante la puesta en funcionamiento de este tipo de trenes", explicó Jorge Moalli, del grupo ferroviario.

Viaje al estilo europeo antiguo...

En declaraciones al matutino EL PAÍS dijeron los directivos de la asociación que “el viaje en este tren dista mucho de un servicio común. Desde las comodidades hasta la atención son al mejor estilo europeo antiguo. El interior de los vagones de pasajeros ofrece un destacado confort, fina tapicería, cortinas y caminero central alfombrado, artefactos de bronce, elegantes luminarias, amplias ventanas provistas de vidrios blindados fijos, revestimientos en maderas nobles, mesas de cedro adosadas a ventanas, aire acondicionado, equipo de música funcional -con karaoke-, dos baños por salón, con extractor de aire y servicio de catering.”

Si los montevideanos pudieron alcanzar estos logros, ¿Por qué no podemos hacerlo los salteños?

Ya lo hemos dicho anteriormente. La restauración de una locomotora a vapor- como la emblemática “Criollo”- es una iniciativa que no solo preservará nuestro patrimonio, sino que también ofrecerá múltiples beneficios turísticos. Este proyecto podrá revitalizar el interés por el turismo en Salto y proporcionar experiencias únicas a los visitantes.

Locomotora símbolo del pasado

Esta locomotora a vapor es el símbolo de una era pasada y evocará la nostalgia de los viajes en tren. Restaurarla, permitirá contar la historia del ferrocarril en la región, atrayendo a entusiastas de la historia y la ingeniería.Viajar en esa locomotora a vapor proporcionará una experiencia auténtica e inolvidable.Los turistas podrán disfrutar de un viaje relajante por paisajes pintorescos, sintiendo la vibración del tren y escuchando el silbido del vapor.Estas experiencias únicas podrán incluir visitas a la represa de Salto Grande tras un paseo panorámico, lo que añadirá un valor agregado a la oferta turística de la región.

Impacto economico

Su restauración y operación seguramente generará un impacto económico significativo. Los turistas que nos visiten tendrán una nueva atracción y contribuirán a la economía local al gastar en alojamiento, restaurantes y tiendas.Además, el proyecto podrá crear otros empleos, tales como guías turísticos y servicios de atención al cliente. Las locomotoras a vapor-como la nuestra- cuando se restauran adecuadamente, operan de manera sostenible, utilizando recursos locales y minimizando el impacto ambiental. Esto puede alinearse con las tendencias actuales de turismo sostenible, atrayendo a un público más consciente de su huella ecológica.

Patrimonio cultural

Su restauración también contribuirá a la conservación del patrimonio cultural. Al involucrar a la comunidad local en el proyecto, se generará un sentido de orgullo y pertenencia, fomentando el interés en la historia ferroviaria y el valor del patrimonio industrial. La locomotora puesta a funcionar nuevamente será un gran atractivo y podrá interesar a turistas y locales por igual. Esto enriquecerá la experiencia del visitante y fomentará un turismo más diversificado en la región.

Antes que sea demasiado tarde...

La combinación de historia, cultura y entretenimiento hará que esta iniciativa sea una inversión valiosa para el futuro de la región.

Deberíamos restaurar “La Criollo” antes que sea demasiado tarde.