La sesión extraordinaria de la Junta Departamental de Salto comenzó con una advertencia que no pasó desapercibida. Se dio lectura al artículo 117 del reglamento interno, que prohíbe expresamente cualquier señal de aprobación o desaprobación desde las barras, así como toda expresión dirigida a los señores ediles. También se dejó en claro que, de persistir desórdenes, se procedería al desalojo de la barra y se solicitaría apoyo de la fuerza pública. La advertencia anticipaba el clima tenso que finalmente se viviría durante gran parte de la sesión.

El primer orador fue el presidente de la Comisión de Legislación y Reglamento, quien recorrió las distintas instancias de diálogo mantenidas con el Ejecutivo departamental. Señaló la importancia de concurrir a la Junta, dar la cara, responder las consultas planteadas y exponer los números con claridad. En ese marco, el doctor Cristian Suárez realizó una breve intervención, expresando su deseo de que este financiamiento se traduzca en una mejora real de la calidad de vida de los salteños.

Facundo Marziotte, Coordinador de la CORE

Luego hizo uso de la palabra el coordinador de la Coalición Republicana, quien sostuvo que lo que se estaba valorando esa noche era un acuerdo por Salto. Señaló que se trataba de pensar el departamento con una mirada de futuro y afirmó sentirse tranquilo por los acuerdos alcanzados, destacando la responsabilidad política asumida.

Juan Pablo Rocca, edil del Frente Amplio

Por el Frente Amplio intervino el edil Juan Pablo Rocca, quien manifestó que la decisión requirió un extenso proceso de estudio y la calificó como la más importante del quinquenio. Indicó que el contexto imponía votar antes del receso y que el informe elevado al Tribunal de Cuentas debía ser entendido como el punto de partida. Además, afirmó que el crecimiento proyectado para Salto no se refleja hoy en el conjunto del país, reforzando la necesidad de contar con herramientas financieras.

Eduardo Varela Minutti

Las barras de la Junta Departamental se encontraban repletas de dirigentes políticos, ex jerarcas y militantes frenteamplistas. La expectativa estaba puesta especialmente en el voto del edil Eduardo Varela Minutti. Se daba por descontado el acompañamiento de la edila Nilda Díaz López, declarada independiente, pero la incertidumbre se centraba en otros apoyos.

Analía Fernández, esposa de Andrés Lima

La sorpresa de la noche fue el voto afirmativo de la edila Analía Fernández, esposa del ex intendente Andrés Lima, quien argumentó que el financiamiento era necesario para pagar deudas y ejecutar obras. También acompañó la edila Gladys Martínez, un voto que pasó casi desapercibido en medio de la tensión general.

Dr. Enzo Molina, desalojo la barra

El momento más crítico se vivió cuando comenzaron las manifestaciones de desaprobación desde las barras tras los votos de Varela Minutti y Analía Fernández. Gritos, insultos y actitudes propias de fanáticos de talud transformaron el recinto en un escenario de caos, lejos del respeto que exige un ámbito democrático. Ante esta situación, el presidente de la Junta, Dr. Enzo Molina, solicitó el desalojo de las barras y el ingreso de la fuerza pública, entendiendo que se había superado todo límite de tolerancia.

Mario Furtado, Coordinador del Frente Amplio

El edil Mario Furtado increpó al presidente, calificándolo de violento, lo que generó una respuesta firme de Molina, quien lo llamó aparte y le marcó la responsabilidad que le asistía en el desorden generado.

22 votos afirmativos en 31ediles presentes

La votación fue favorable: 22 votos en 31 en general. El artículo primero fue aprobado por 22 votos en 30, al igual que el segundo, tercero y cuarto artículo, cerrando una sesión clave, tan trascendente en lo político como lamentable por el comportamiento visto desde las barras.