
Mateo Laxague /
El camino de un guerrero que nunca se rinde
La historia de un adolescente que, a pesar de las adversidades, se ha convertido en un verdadero ejemplo de superación. Mateo Laxague, junto a su padre Juan y su familia, ha recorrido un camino lleno de desafíos desde el día en que nació con espina bífida. Hoy, con una sonrisa firme y una mirada al futuro, Mateo nos cuenta cómo enfrentó la vida con coraje, apoyado por el amor de su familia, la medicina y su incansable pasión por seguir adelante.
Un nacimiento que cambió todo
Juan Laxague recordó con emoción los días previos al nacimiento de Mateo. Junto a su esposa Andreina y su hijo mayor Manuel, esperaban con ilusión al nuevo integrante de la familia. Sin embargo, el parto trajo consigo una noticia inesperada: Mateo había nacido con espina bífida tipo mielomeningocele, una malformación de la médula espinal.
“Nos enteramos en el momento del parto, fue todo un shock”, contó Juan. A partir de ese instante, comenzó una carrera contrarreloj para asegurarle a Mateo la atención médica necesaria. El pequeño fue trasladado de urgencia desde Salto al Sanatorio Americano en Montevideo, donde fue atendido por especialistas que detectaron, además, una hidrocefalia que requirió una derivación desde el cerebro al estómago.
Durante los primeros días, Juan y Andreina debieron aprender rápidamente términos médicos, procedimientos quirúrgicos y rutinas hospitalarias. “Fue todo un aprendizaje. Uno no está preparado para esto”.
El sostén familiar: amor, esfuerzo y resiliencia
Si hay algo que quedó claro a lo largo de la entrevista, es que la familia Laxague es una verdadera fortaleza. Andreina, la madre de Mateo, fue destacada por Juan como la principal gestora de trámites, citas médicas y apoyos. “Ella hizo un trabajo impresionante. La dedicación de una madre es algo que no tiene precio”, afirmó.
Con el tiempo, Mateo comenzó su rehabilitación y recibió el respaldo fundamental de la Fundación Teletón, institución con la que mantiene un profundo vínculo. A los cinco años, fue incluso la cara visible de la campaña del 2014, una experiencia que recordó con emoción: “Estuve con Rafa Cotelo, Petinati y mucha gente conocida. Jamás me voy a olvidar de eso”.
Gracias a Teletón, Mateo recibió atención especializada, tecnología adaptada y el apoyo necesario para mejorar su calidad de vida. Su familia, mientras tanto, siguió adaptándose a los retos de la vida diaria, entre viajes, fisioterapias, tratamientos y trámites interminables.
Pasiones que lo impulsan: fútbol, radio y caballos
A pesar de las limitaciones físicas, Mateo nunca se resignó. Desde pequeño, desarrolló una gran pasión por el fútbol, especialmente por el Club Nacional de Football, al que sigue con fervor. Aunque debió dejar de jugar debido a las férulas que utiliza para caminar, encontró nuevas formas de canalizar su energía.
Una de ellas fue la radio. Junto a su padre, crearon un programa que los une como familia y como equipo. Mientras Juan se apega al estilo tradicional con machetes, preguntas anotadas y preparación clásica, Mateo aporta un aire fresco y moderno, ayudado por la tecnología y la inteligencia artificial. “Yo busco todo en el celular, él se arma su machetito”, comentó entre risas. “nos pueden escuchar los martes y jueves a las 21 horas y los sábados a partir de las 20 horas por Alegría FM 91.3”.
La dinámica entre ambos es entrañable. Comparten micrófono, eligen invitados y se apoyan mutuamente. “La radio es darle color a través de la voz”, explicó Juan, quien además es técnico en periodismo. Y Mateo ya demuestra tener una arista de comunicador.
Pero no todo es radio y micrófono: Mateo también encontró en el mundo ecuestre una nueva pasión. Tras alejarse del fútbol, comenzó a practicar pruebas de rienda, una disciplina que consiste en dirigir caballos con precisión y agilidad. Rápidamente, se destacó en competiciones locales y en enero de este año fue premiado como Revelación del Año en Colonia Lavalleja.
“Fue increíble, no sabía nada al principio, pero competí y gané. Me sentí feliz”, expresó con humildad. Su yegua, “Pacífica”, se ha convertido en su compañera fiel en esta nueva etapa.
Estudios, sueños y un futuro con metas claras
Mateo no solo dedica tiempo a sus pasatiempos, sino que también apuesta fuerte a su formación. Actualmente cursa Administración de Empresas en UTU y trabaja con su padre en la radio, lo que le permite tener una experiencia laboral temprana. Con una mirada enfocada, confesó que su objetivo es claro: quiere ser empresario. “Estoy estudiando y quiero invertir. Me gustaría tener mi propia empresa en el futuro”. Además, valora profundamente el esfuerzo de su familia, a quienes considera su principal motor. “Con el apoyo de la familia, todo se puede”, reafirmó.
Un mensaje para quienes enfrentan desafíos similares
Hacia el final de la entrevista, Mateo y Juan compartieron reflexiones profundas sobre lo vivido. “A veces pensamos que ciertas cosas nunca nos van a pasar, pero la vida te cambia de un momento a otro”, expresó Juan. “Lo importante es hacer que las cosas pasen. Si no te movés, nada va a cambiar”, agregó. Mateo, por su parte, dejó un mensaje esperanzador para quienes atraviesan situaciones similares: “Que no se rindan. Por más que pasen cosas difíciles, siempre va a salir algo bueno. Si uno sigue adelante, todo se acomoda”.
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