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El 27 de abril del año 2001, Salto rindió tributo a uno de sus máximos exponentes culturales: el poeta Víctor Rolando Lima. Con la inauguración de un monumento en su honor y una serie de actividades que se extendieron durante dos días, se consolidaba un reconocimiento largamente anhelado por la comunidad.

La inauguración de la plazoleta y el monumento

El emotivo acto tuvo lugar en la pequeña plazoleta ubicada en la intersección de Costanera Sur Tomás Berreta y calle Juan Pablo II, que a partir de ese momento pasó a llevar el nombre "Víctor R. Lima". El monumento, compuesto por siete altos pilares que simbolizan las siete notas musicales, fue ideado por Juan Egardo Martínez basándose en un diseño de la escultora Patricia Gorriti, quien trabajó sobre un boceto de Mario Perillo (obra ganadora de un concurso organizado por el Banco Comercial). Según explica el profesor Leonardo Garet en el Tomo Nº 18 de la Colección Escritores Salteños, esta representación hace referencia no solo al poeta, sino también al Víctor Lima compositor de canciones, su facetamás popular y conocida.

El espectáculo en Parque Harriague

Al día siguiente, el 28 de abril de 2001, la celebración continuó en el Teatro de Verano del Parque Harriague —cuyo escenario también lleva el nombre de Víctor R. Lima— con un espectáculo musical de primer nivel. Organizado por la Comisión Honoraria de Fiestas y Eventos de la Intendencia de Salto, bajo la administración del Escribano Eduardo Malaquina, el evento reunió a destacadas figuras de la música popular uruguaya. Participaron el Grupo Manzana, Los de Viana, Braulio López y su Banda, el Dúo Cantaclaro y Pepe Guerra y su Banda, en una noche de homenaje al "poeta de los azahares".

La sorpresa que no fue

Durante semanas se había anunciado que el espectáculo contaría con una "sorpresa", alimentando expectativas entre el público. Muchos esperaban ver reunidos a Braulio López y Pepe Guerra, ex integrantes de Los Olimareños, para interpretar juntos alguna canción de Víctor Lima, autor al que tanto supieron cantar. Sin embargo, debido a diferencias personales entre ambos artistas, ese esperado reencuentro no se concretó. La verdadera sorpresa fue el emotivo cierre del espectáculo, cuando todos los artistas participantes se unieron sobre el escenario para interpretar juntos la canción Adiós mi Salto, brindando así un final colectivo y sentido al homenaje.

Víctor Lima: un nombre que permanece

A pesar de haber sido históricamente relegado en antologías y estudios literarios de la poesía uruguaya —como señala Leonardo Garet en sus reflexiones de 2009—, Víctor Lima es uno de los autores más homenajeados en el nomenclátor salteño. Además del monumento y la plazoleta, su nombre identifica al escenario del Teatro de Verano, a un barrio y a una escuela de la ciudad, consolidándose como una figura imprescindible en la memoria cultural de Salto y el país.

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