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La pasada Nochebuena y la jornada de Navidad dejaron una sensación compartida entre muchos salteños: hubo menos pirotecnia que en años anteriores. Más allá de algunos episodios aislados en barrios puntuales, el estruendo habitual de estas fechas fue notablemente menor, marcando un cambio en la forma de celebrar. La percepción ciudadana fue confirmada por vendedores de pirotecnia consultados por La Prensa, quienes coincidieron en que las ventas descendieron y que el uso de fuegos artificiales fue más limitado en comparación con otras temporadas.

Cambio en las prioridades de consumo

Entre las principales explicaciones aparece el contexto económico. Según relataron los comerciantes, muchas familias optaron por priorizar otros gastos vinculados a las celebraciones, relegando la compra de pirotecnia. “Este año no fue una prioridad”, señalaron, en referencia a un consumo más selectivo y enfocado en lo esencial.

Más conciencia y menos estruendo

Otro aspecto relevante fue el aumento en la venta de artículos de bajo impacto sonoro. Esta tendencia se vincula directamente con las campañas de concientización que promueven celebraciones más responsables, teniendo en cuenta el bienestar de las mascotas, de personas con trastornos del espectro autista y de otros grupos sensibles al ruido. Los vendedores destacaron que cada vez más clientes consultan por opciones “sin ruido” o de sonido reducido, lo que refleja un cambio cultural progresivo en la forma de festejar.

Una tradición que pierde fuerza

Algunos comerciantes consideran que la pirotecnia está dejando de ocupar un lugar central en las celebraciones. Según su visión, se trata de una costumbre que, lentamente, comienza a perder vigencia, especialmente entre las nuevas generaciones, que adoptan otras formas de celebración menos invasivas.

Controles más estrictos

A este escenario se suman los controles realizados por las autoridades. Los vendedores indicaron que este año las inspecciones en los puestos de venta fueron más rigurosas, lo que contribuyó a regular la comercialización y a reducir la oferta de productos no habilitados o de mayor peligrosidad.

La pirotecnia, más asociada a fin de año

Finalmente, los comerciantes señalaron que muchas personas reservan el uso de pirotecnia para los festejos de fin de año. Esta costumbre explicaría, en parte, la menor utilización durante Nochebuena y Navidad, trasladando el protagonismo de estos artículos a la noche del 31 de diciembre. Las fiestas dejaron así una imagen diferente en Salto: celebraciones más tranquilas, con menor impacto sonoro y una mayor conciencia colectiva, una tendencia que parece consolidarse con el paso de los años.

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